Curiosidades del camposanto
2 de julio de 2018
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Por supuesto que el cementerio de Colón, con ciento cuarenta y siete años de servicio, uno de los 22 con que cuenta La Habana, tiene también sus curiosidades, la primera piedra de este camposanto se colocó el 30 de octubre de mil 871, para los muertos que ya no cabían en la necrópolis de Espada, de 1806.
El primer enterramiento en la primera galería, la de Tobías, fue el del joven arquitecto español Calixto de Loura, creador del proyecto de construcción del cementerio, fallecido el 29 de septiembre de 1872.
Uno de los hechos más curiosos del Cementerio de Colón es el caso del único cubano enterrado de pie, con una pistola en cada mano y cien pesos en sus bolsillos.
Fue Casimiro Eugenio Rodríguez Carta, casado con María Teresa, hija del presidente Alfredo Zayas Alfonso, fue representante a la Cámara y ocupó un escaño en el Senado de la República, y a su muerte, ocurrida en los años cincuenta del pasado siglo, pidió ser enterrado en esas condiciones, no sé si por puro capricho, religiosidad, o tal vez porque pensaba regresar a la superficie terrestre.
Y continúan las curiosidades en el camposanto de Colón: hay una tumba con una jardinera que imita una ficha de dominó con el doble tres.
Se trata de la tumba de la suegra del destacado compositor y pianista Hubert de Blanck, y dice la tradición que la señora jugaba una partida de dominó, pensaba ganar con el doble tres, pero quien la precedía se pegó con un tres, y fue tanto el disgusto que sufrió un accidente encéfalo vascular que le causó la muerte.
Hasta hace poco había en la entrada del cementerio un letrero que decía: “Solo entrada”. Muy sugestivo, ¿verdad?
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