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Cuba en las Series del Caribe: recuento de sus ocho título (I)

13 de febrero de 2015

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serie-del-caribe-1949Después de 55 años, Cuba volvió a ganar la Serie del Caribe de béisbol. Esta victoria, obtenida en San Juan, fue la octava en catorce participaciones y resulta una motivación para recorrer brevemente los títulos anteriores ganados por equipos cubanos en este certamen que se acerca a las siete décadas de existencia.

La primera Serie del Caribe quedó pactada para celebrarse entre el 20 y el 25 de febrero de 1949 y la sede elegida fue el gran Stadium del Cerro, en La Habana. Los cuatro equipos convocados fueron: los Indios de Mayagüez de Puerto Rico, Escogido de Venezuela, Spur Cola de Panamá y los Alacranes azules de Almendares que representaron a Cuba.

La nómina de los Alacranes de Almendares, dirigidos por Fermín Guerra, estaba conformada por muchas estrellas, sobre todo en el área del picheo. Así, la rotación de lanzadores incluía a hombres tan importantes como Agapito Mayor y Conrado Marrero, junto alos norteamericanos Morris Martin y Eddie Wright.

En la receptoria, los azules tenían al cubano Andrés Fleitas, mientras en el cuadro destacaban la tercera base Héctor Rodríguez y los versátiles  Willy Miranda y Avelino Cañizares.En los jardines se agrupaba el poder ofensivo del equipo y allí estaban los norteamericanos Al Giofrido, “El Sambo” Jethroe, Monte Irvin, junto al cubano Santos “El Canguro” Amaro.

El 25 de febrero, los Alacranes derrotaron a la selección panameña 5 carreras por 2 y se proclamaron campeones, con un récord invicto de 6 triunfos.Los jugadores de los Alacranes acapararon casi todos los liderazgos. Por ejemplo, Al Gionfrido fue el mejor bateador, al promediar 533; mientras otro jardinero, Monte Irvin fue el máximo impulsador, con 11 y conectó 2 jonrones.

En el picheo sobresalió el zurdo Mayor quien alcanzó tres triunfos y fue elegido como el Jugador Más Valioso. El otro as del picheo, Marrero, ganó el partido más desproporcionado del certamen, al superar a Venezuela 16-1.

Durante tres años, hasta 1952, ningún equipo cubano pudo alzarse con el título de la Serie del Caribe, hasta que los Leones de La Habana, dirigidos porMiguel Ángel González, ganaron la cuarta edición, celebrada en Panamá.

Los Leones culminaron invictos, con 5 victorias sin derrotas y un juego empatado. La gran figura del cuerpo de lanzadores fue el estadounidense Tommy Fine, quien obtuvo dos victorias y terminó con un promedio de carreras limpias de 1,50. Todo esto le sirvió para ser considerado el Jugador Más Valioso del certamen.

Además, Fine entró en los libros de récordsal lanzar, el 21 de febrero, frente al Cervecerías Caracas, de Venezuela, el único juego sin hits ni carrera en las Series.

Cinco días después de esa hazaña, Fine estuvo cerca de conseguir una marca asombrosa, cuando enfrentó al equipo Carta Vieja de Panamá. Durante ocho innings los mantuvo sin jits, por lo que se situó a solo tres outs de lanzar dos partidos consecutivos de no jit-no run; pero…

En el cierre del noveno inning, y con una cómoda ventaja de 11 carreras por 0, Fine permitió un imparable y así se rompió la magia. No obstante, las 17 entradas consecutivas sin permitir carreras de Tommy Fine todavía es un récord para Series del Caribe.

A la ofensiva, el más destacado de los Leones fue Sandy Amorós, quien lideró a los bateadores con promedio de 450, seis carreras anotadas y seis impulsadas. Otros destacados al bate fueron el receptor Andrés Fleitas, con average de 304 y los jugadores de cuadro Lou Klein y Spider Jorgensen, quien conectó dos de los tres jonrones del Habana en el evento celebrado en Panamá.

Cuatro años más tendría que esperar la afición cubana para ver coronado a otro club nacional. En 1956, los Elefantes de Cienfuegos vencieron e iniciaron un lustro de total dominio antillano. El evento se jugó nuevamente en Panamá y allí los Elefantes, dirigidos por Oscar Rodríguez, triunfaron con balance de 5 victorias y solo sufrieron una derrota.

El cuerpo de lanzadores tuvo como figura central a Camilo Pascual, quien ganó dos partidos, ponchó a 11 bateadores y finalizó con un promedio de carreras limpias de 2,50. Los otros dos abridores también brillaron, pues Pedro Ramos triunfó en las dos aperturas y René Gutiérrez no permitió carreras en 9 entradas de actuación.

En el recuento ofensivo de esa Serie debemos resaltar la contribución del receptor Ray Noble, con un promedio de 400, un jonrón y un porciento de embasado de 654. Estas estadísticas lo convirtieron en el Jugador Más Valioso del evento. Otro que brilló con el bate fue el primera base Bob Boyd, con 11 impulsadas.

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