ribbon

Consejos para la salud

30 de junio de 2017

|

 

Dos-personas-conversando-1021x580

 

Hacer ejercicios, tener una dieta sana, dormir bien y la cantidad de horas suficientes son algunos de los consejos que se dan para prevenir enfermedades, pero hay otros que son los factores psicológicos y, en particular, el manejo de las emociones, porque por ejemplo, la represión emocional es un factor de riesgo para enfermedades, ya que muchos de los que me leen han tenido acidez estomacal, elevación de la tensión arterial, dolor de cabeza y otros cuando reprimimos lo que sentimos.

Pero no estoy abogando por el estallido emocional, y lo aclaro porque hay quienes creen que dejar salir desenfrenadamente las emociones es bueno, sin embargo, esto es tan peligroso como la represión. Lo importante es saber manejar las emociones, de qué forma se deben expresar para lograr lo que se quiere, o sea, la inteligencia emocional, que es poner las emociones en función del pensamiento y la acciones. Entonces, ¿qué hacer?, ¿qué significa estar educado emocionalmente, en particular, para beneficio de la salud, aunque pudiéramos decir que para cualquier situación de la vida.

Les daré algunos “tips” o consejos; el primero es que debemos hablar de nuestros sentimientos, y empiezo por aquí porque existe el mito que expresar lo que se siente puede ser un talón de Aquiles, ya que se muestra vulnerabilidad o mal genio o exceso de susceptibilidad, por lo que si algo nos molesta, y es nuestro jefe, el esposo, o sea, alguien con quien nos relacionamos cercanamente, preferimos callarnos para no crear problemas o que nos crean débiles o faltos de capacidad para tolerar situaciones difíciles. Esta conducta es dañina porque además de que nos revolvemos por dentro, la otra persona no sabe que lo que ha hecho o dicho nos afecta, por lo que probablemente continuará haciéndolo y nosotros “aguantando”. Entonces se recomienda expresar claramente lo que sentimos, y este consejo no solo es para expresar situaciones molestas, sino que es mucho más, debemos ser capaces de hablar de nuestra vida, tener personas con las que tener un diálogo íntimo, a los que se les puede contar secretos, incluso reconocer los errores que cometemos, porque hablar es tan bueno que incluso existe un tipo de terapia que se llama terapia narrativa, la cual se basa en que la persona exprese, exteriorice sus conflictos, preocupaciones, situaciones traumáticas que ha vivido.

El segundo consejo es saber tomar decisiones en la vida, porque la indecisión impide que las personas sean capaces de llegar a la meta, o por lo menos les cuesta mucho trabajo para lograr lo que quiere, ya que no es capaz saber qué quiere, a qué debe renunciar, a quién escuchar, a quién evitar, cómo hacer para lograr lo que se quiere. El indeciso cambia de rumbo constantemente, lo cual se acompaña de emociones cambiantes, afectando el sueño, la concentración, provoca irritabilidad, lo cual es claramente perjudicial.

En tercer lugar hay que ser capaces de buscar soluciones, y no crear problemas de los problemas, y aunque parezca una contradicción, no lo es para nada, ya que hay quienes creyendo que va resolver un asunto, la supuesta solución se convierte en un problema mayor, puesto que se actuó si pensar, dejándose llevar por la primera impresión. Aquí les pongo un ejemplo que resulta bastante general, y es que si cometemos un error y nos lo señalan, en lugar de escuchar para analizar si es justo, si tienen razón, nos ponemos a la defensiva, viendo la crítica como una agresión, por lo que nos atrincheramos y dejamos de hablarle a la persona, buscamos que se equivoque para vengarnos e irle arriba o tal vez nos alejamos de ella. Es decir en vez de solucionar el problema, lo que hicimos fue complicarlo y volverlo más grande. Esa crítica puede ser justa o injusta, pero definitivamente la solución no es sentirse agredido, sino ir al diálogo, al análisis, buscar terceras opiniones para determinar cuál es la verdad.

Estos son los tres consejos más importantes que abarcan un espectro muy amplio y de los que se derivan otros. Recuerde que los hábitos alimentarios, la ejercitación y demás aspectos que son parte de una vida saludable no son suficientes si nuestra vida emocional está desajustada, por lo que les digo; hay que volvernos hacia nuestro interior y reconocer quienes somos emocionalmente y en lugar de ser esclavos de los sentimientos, invertir la situación y manejarlos en función de nuestra salud.

 

Galería de Imágenes

Comentarios