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Concurrencia y amplitud del espectro musical y discográfico cubano en el plano internacional

8 de abril de 2016

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El 20 de abril de 1954, el sello RCA Victor llevó por primera vez a un disco de larga duración en formato de 12 pulgadas, una selección de piezas instrumentales con música cubana. Este salió a los mercados bajo el título de Dinner in Havana (Lp-1016). El soporte formó parte de un proyecto iniciado, un tiempo atrás por este sello, con música de Brasil, México y otros países latinos.

Para la manufactura de este soporte fue creada una orquesta dirigida por el maestro René Touzet; en el mismo fueron recreadas inspiradas piezas musicales de nuestra mejor creación, entre otras, Siboney, El amor de mi bohío, Quiéreme mucho, La engañadora, La comparsa, Siempre en mi corazón, Tres palabras, Son de la loma, Tú felicidad, Zapateo, y La bella cubana, todos antológicos temas de la carpeta autoral de Ernesto Lecuona, Osvaldo Farrés, Miguel Matamoros, José White, Eliseo Grenet, Gonzalo Roig, Enrique Jorrín y Julio Brito, sin duda alguna, compositores de un amplio reconocimiento y prestigio internacional, dueños absolutos de una creación de raigales patrones musicales de sólida cubanía.

De manera simultánea Dinner in Havana también salió a los mercados del ramo en un cuidado álbum de dos discos producidos en 45 rpm.

Esta producción, aunque enmarcada en códigos de facturas eminentemente comerciales, es considerado por algunos estudiosos como un producto con una alta calidad; los arreglos y orquestaciones concebidos por el maestro Touzet, aunque de una notoria sencillez brillan por su factura en cada acople del soporte, y ofrecen al escucha un verdadero goce de buena música y exquisitez.

Para estos años el raiting nacional, generalmente valorado por especialistas de importantes emisoras de radio, la prensa plana y un sin número de complejas encuestas, reflejan el 9 de abril de 1954 que el cantante español Juan Legido, entonces cumplimentando largos y ventajosos contratos en Cuba, alcanzaba una gran popularidad a partir de una grabación para el sello Panart del tango-canción titulado Solo. Este cantante hispano, otrora vocalista líder de la orquesta española Los Churumbeles de España, grabó alrededor de 30 LD, algunos de ellos en Cuba, y para entonces podía disfrutarse de sus interpretaciones en el legendario cabaret habanero Alí Bar, propiedad del emprendedor Alipio García, espacio nocturno en el que igualmente se apreciaba con gusto las presentaciones de Benny Moré, y a los también excelentes cantantes Orlando Vallejo, Blanca Rosa Gil, Rolando Lasserie, Fernando Albuerne, Roberto Faz, Fernando Álvarez, y muchos otros significativos artistas que, para entonces, registraban su arte en apreciables proyectos discográficos.

 

Sellos

 
Otro gran éxito disquero de ese año fue catalogado el bolero, de la autoría del mejicano Chamaco Domínguez, titulado Miénteme (Puch-161), y que en el bolero-mambo de la otra cara atrapó Estamos en paz, registrado por el sello discográfico Puchito a la temperamental y triunfadora cancionera cubana Olga Guillot, en los magníficos estudios de la emisora Radio Progreso, con el respaldo musical de la Orquesta Hermanos Castro. Las enormes ventas de este disco le valieron a Olga Guillot recibir su primer Disco de Oro en su luego larga carrera como intérprete. A este single le siguieron muchos otros registrados por esta cantante y que alcanzaron a pegar piezas de una gran aceptación entre otros, Por eso estoy así, Eso y mas Puch-162); Palabras calladas, Vivir de los recuerdos (Puch 163); Sola, No me quieras así (Puch- 165); Soy tuya, En Nosotros (Puch 171); La gloria eres tu, Enamorada (Puch-180).

Para entonces tuvo amplio consumo la excelente grabación RCA Victor del bolero Qué pena me da (RCA-23-6235), de la autoría del guanabacoense Juan Arrondo (1914-1979) registrado al cantante Benny Moré, para entonces ya reconocido en el ambiente artístico y discográfico como El Bárbaro del Ritmo. Este disco cobró amplio destaque a partir de sus grandes y exitosas ventas en Cuba y el extranjero. La otra cara del disco consigna al Benny en el son-montuno Semilla de marañón.

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