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¿Cómo se preparan los polvos para suspensión oral?

6 de junio de 2014

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Una de las maneras en que pueden presentarse los medicamentos para administrarse  por vía oral es en forma de polvos para suspensión. Estos preparados líquidos, una vez reconstituido el polvo, son muy fáciles de administrar. Si a esto le añadimos, que la vía oral sea la de elección en pediatría, es lógico entender por qué muchos antibióticos para niños vienen presentados en esta forma.
Sin embargo, el punto crítico de estas presentaciones para administración oral se encuentra precisamente en la etapa de preparación, ya que a diferencia de otras formulaciones líquidas como los jarabes o las emulsiones, los polvos para suspensión oral no vienen “listos para usar”, sino que deben antes ser reconstituidos con agua antes de usarse y esto es algo que no siempre todas las personas saben cómo realizar correctamente.
Para preparar un polvo para suspensión oral se debe comenzar por seleccionar el líquido más apropiado. Este es por lo general agua hervida y en la mayoría de las formulaciones el fabricante especifica que esté fría.
Otro aspecto muy importante es comprobar el aforo del frasco, puesto que de ello depende grandemente la correcta preparación, ya que en caso de no adicionar el volumen de agua correcto se afecta la concentración del principio activo una vez reconstituida la suspensión.
Muchos fabricantes utilizan envases con marcas, para indicar el volumen de líquido que se debe adicionar. Otros en cambio, envasan los polvos en frascos de volumen exacto para ser llenados hasta el cuello. Es por esta razón que es muy importante leer el prospecto, para asegurarse de seguir el método correcto de preparación.
Debido a que por sus mismas propiedades físicas, los polvos pueden compactarse en el fondo del frasco, una recomendación que siempre hacen todos los fabricantes para reconstituir los polvos es agitar el frasco antes de comenzar a adicionar el líquido. Para desprenderlos se pueden dar pequeños golpes al envase, ayudándose de las palmas de las manos.
Luego de haber tenido en cuenta estas breves recomendaciones para reconstituir los polvos exitosamente, la suspensión debe ser conservada en el refrigerador durante todo el tiempo en que se esté usando. Tras concluir el tratamiento, en caso de quedar cualquier sobrante, este debe desecharse de manera segura, diluido con suficiente agua corriente.

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