¿Cocinar con hojas de tabaco?
8 de octubre de 2020
|
Ya sabemos que la planta de tabaco contiene un alcaloide bien conocido, la nicotina. No obstante, no sería raro que en Cuba a alguien se le ocurriera incursionar en una supuesta facultad culinaria de la misma, especialmente de sus hojas.
En 2013, a raíz del sonado evento anual que la industria cubana del habano celebra en el primer trimestre de cada año, un alto directivo de ésta lanzó la siguiente afirmación recogida por el diario La Jornada de México: “Es increíble que con tantos chefs como tenemos en Cuba, muchísimos de ellos fumadores, nadie haya pensado en usar el tabaco como condimento. Es una buena idea”. Y el periodista que reseñó la información adicionó por su cuenta: “Ni siquiera al fallecido chef cubano Gilberto Smith, conocido internacionalmente como Rey de la Langosta, incansable innovador de la cocina cubana y uno de los iniciadores de los banquetes Dinner Cigar, gala que cierra el festival, se le ocurrió diseñar un plato con sabor a tabaco.”
El artículo en cuestión abundaba en la trama y se hacía eco de una demostración sobre el particular que habían realizado tres chefs croatas.
“Todo lo relacionado con el mundo de los habanos es apasionante; alguien se preguntó: ‘¿por qué no usar la hoja de tabaco como una especia’? Así comenzó todo”, dijo el chef croata, uno de los encargados del Cooking show denominado Tabaco y Gastronomía, una novedad del festival que comenzó el martes…”
Cuando leí el artículo de referencia decidí exponer mis vivencias que afirmaban que Smith si había tratado infructuosamente de incursionar en el tema. Torpemente, me enfoqué en lidiar con el periodista que creí lo había escrito. Este, persona amiga, resultó que no tenía nada que ver en el asunto y con delicadeza me lo hizo saber.
Desarmado, preparé una comunicación al funcionario de la empresa. Los días fueron pasando y nunca la envié, y hoy, como considero que el hecho sigue estando vigente, me acojo a la licencia que dispone el escribidor –como le gusta decir a Ciro Bianchi– para reproducir parte de la misma, obviando nombres y expresiones que ya no proceden.
En esencia explicaba que en el año 2001, siendo Smith amigo de la directora de marketing de Habanos S.A. le pidió una reunión que sostuvimos con ella y una especialista en el antiguo local de Habanos de la calle O’Reilly, al lado del Palacio de los Capitanes Generales. En ese encuentro se le explicó detalladamente la intención, que era ambiciosa y abarcaba varios aspectos -de los cuales hay cosas que siguen tan actuales como entonces– aprovechando la experiencia e imagen de Smith incluía: promoción, turismo local en la zona de Holguín donde los hombres de Cristóbal Colón vieron fumar por vez primera, una especie de metodología elemental del maridaje del habano con ciertos sabores e ir mas allá para investigar la posibilidad de elaborar platos con hojas de tabaco o sus subproductos. Previendo las inconveniencias para la salud se recomendó que en la práctica de este último tema, participara el centro de investigaciones del tabaco para que avalaran una opinión científica y autorizada de los experimentos que en este sentido se iban a realizar.
Semanas después sostuvimos otro encuentro con la citada directora en la casa social de la Federación Culinaria y nos reiteraron su apoyo a las ideas propuestas, incluyendo la realización de un video promocional que abarcara, eventualmente, el resultado de los tópicos tratados. Aprovechamos que por esos días colaborábamos con en el programa televiso Orígenes y su director estuvo de acuerdo en realizarlo.
En el testimonio biográfico que en homenaje a Smith (De Itabo a Florencia) me pidió la editorial Científico Técnica, publicado en el 2004, introduzco amplia y conscientemente el argumento desde el ángulo del maridaje del habano con los sabores de las comidas a partir de informaciones brindadas por el propio maestro.
Por supuesto, su idea de preparar recetas con el tabaco como ingrediente, solo tendría valor público con la autorización del centro para investigaciones del tabaco, si hubiera procedido.
Sin embargo, los propósitos empresariales tomaron otro rumbo y se sobrepuso la intención de resaltar el maridaje del habano con bebidas espirituosas por encima de la relación habano-cocina, tal vez como una expresión promocional más viable o prometedora, y en definitiva, este fue el camino que se ha instituido con cierta reiteración en los banquetes de los eventos Dinner Cigar.
Seguramente, si el artículo que motiva estas líneas no hubiera citado a nuestro amigo, no habría promovido mi acercamiento. Él ya no está para atestiguar ninguna de las aseveraciones que le pudieran corresponder. Las cosas sucedieron para que nunca fuera más allá de la primera parte del proyecto (maridaje de platos con determinados sabores del tabaco), que preveía una segunda fase (preparar platos con el tabaco como ingrediente) siguiendo el esquema citado: cocina-centro de investigaciones-comprobación.
A pesar del tiempo transcurrido, los detalles que le ofrezco demuestran que sí hubo cubanos –Gilberto Smith Duquesne– que en su momento se vincularon sostenidamente en la relación del habano-cocina, y que sin lograrlo, puso su mejor empeño en investigar sobre las hojas de tabaco como ingrediente para que tiempo después, sin pretenderlo, no apareciera como un “invento” croata.
Galería de Imágenes
Comentarios
Interesante artículo maestro, gracias.