ribbon

Celio González. El rey del tempo rubato (I)

31 de marzo de 2022

|

 

Celio_Gonzalez

 

En música se le llama tempo rubato a la acción de atrasar el tiempo en una nota, algo así, como cantar de manera elástica, o alargando algunas notas. En ocasiones el vocablo significa “robo”.

Celio González Asensio, empleaba en su estilo de cantar, el tempo rubato de maravilla, lo que le valió mote de Rey del rubato de oro.

Celio González, nació el 29 de enero de 1920 en Camajuaní. Su madre lo enseñó a cantar desde los nueve años; se sabe que ambos se trasladaron a Sancti Spiritus, y más tarde a Camagüey, donde ya Celio con 17 años, cantaba con el conjunto de Joaquín Mendivel.[1]

Luego, con el sobrenombre del Rubato de Oro, enrumba sus cantares hacia al Conjunto Camacho en las fiestas parroquiales y de otras cercanías, haciéndose escuchar en la radioemisora CMJK. Desde aquí, Celio canta con el Trío Camagüey, integrado por Humberto Estrada y Arturo Perdomo. Algo después, funda el Trío Nacional, agrupación que Celio conformó con el mismo Humberto Estrada y con José Antonio Pinares. [2]

A principios de los años cuarenta, Celio se presenta como cantante aficionado en la Corte Suprema del Arte, en el Circuito CMQ. Posteriormente, Celio González comienza a cantar, de manera fugaz, con el Conjunto Casino, dejando grabado con esta agrupación, un solo disco que fijaba la pieza Plazos traicioneros, del compositor alquizareño Luis Marquetti.

En La Habanera, le ocurre lo que siempre padecieron los artistas provincianos: la dificultad por encontrar trabajo como cantante. Sus ídolos en la canción eran por ese tiempo, Miguelito Valdés, y Pedro Vargas. Si bien, para la década de los años cincuenta, sus predilectos como vocalistas serian Fernando Fernández y Lucho Gatica.[3]

Para la década de los años cuarenta, se estaba promocionando el fenómeno musical conocído como feeling. Para entonces, el tresero Niño Rivera, uno de los líderes de tal modalidad musical, precisaba una voz nueva para grabar un sencillo de 45 rpm. Entonces Celio González, fue elegido para grabar este disco, de la autoría de José Antonio Méndez: Por mi ceguedad.

De los recuerdos de aquellos años, Celio evoca haber cantado con el Conjunto de Arsenio Rodríguez, durante la emisión de un programa radial.

Para esos años, Alfonsín Quintana era la voz líder del Conjunto Jóvenes del Cayo, allí recaló Celio González en 1953 recomendado por Juan Bléz, del Trío Camagüey, para plasmar su voz en varios discos de acetato. Con esta agrupación, Celio deja cuatro discos: Encantado de la vida, Monterrey, Nadie lo sabrá, y Vete a La Habana. Con este conjunto Celio hace su primera gira al extranjero, cuando visitan a los Estados Unidos.

En los primeros meses de 1954, Celio paralelamente, se aventura a cantar con el Conjunto de Luis Santí, sus compañeros del Jóvenes del Cayo le piden que defina su situación, y así fue como Celio Gonzáles se suma a la plantilla del Conjunto de Luis Santí.[4]

 

Notas:

[1] Héctor Ramírez Bedoya: El Flaco de Oro  file//H/Celio González Asensio. Sonora Matancera.htm. //Helio Orovio Diccionario de la Música Cubana. ED Letras Cubanas. Segunda Edición, 1992.

[2] Héctor Ramírez Bedoya: Ibidem.

[3] Héctor Ramírez Bedoya. Ibidem.

[4] Giro Radamés: Diccionario Enciclopédico de la Música Cubana. ED. Letras Cubanas, 2007.

Galería de Imágenes

Comentarios