Catalina Bárcena
17 de febrero de 2017
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Una vez que terminamos de publicar en esta sección la gran mayoría de las epístolas que figuran en nuestro libro Ernesto Lecuona: cartas, que se vende en varias de las librerías del país, procedemos a incluir en De Ayer y de Siempre muchas de las notas biográficas publicadas al final de la obra.
Ellas tienen como objetivo informar a los lectores quiénes son las personalidades citadas en las cartas.
Bárcena, Catalina (Cienfuegos, 1896-Madrid, 1978). Actriz. Aunque nació en tierra cubana, todavía niña, sus padres, que eran españoles, determinaron regresar a la tierra natal de ambos: Cantabria, donde procedieron a la educación de la hija. Después de radicarse junto con sus familiares en Madrid, hizo su debut teatral con la compañía de María Guerrero y Fernando Díaz de Mendoza. Sin embargo, muy pronto fundó su propio colectivo, y a partir de 1916 triunfó en el Eslava, bajo la guía de su mentor y amante: el intelectual Gregorio Martínez Sierra, quien dirigió ese coliseo entre 1917 y 1925.
La Bárcena alcanzó sus principales éxitos en España y América con títulos de Martínez Sierra, Benito Pérez Galdós y Jacinto Benavente. Inició en el país ibérico las representaciones de piezas de Henrik Ibsen (Casa de muñecas) y George Bernard Shaw (Pigmalión), y estrenó la primera obra teatral de Federico García Lorca: El maleficio de la mariposa. Debutó en la cinematografía española en 1927, y en los años preliminares de la década del treinta actuó en las llamadas versiones hispanas de Hollywood, las cuales le deben muchas de sus mejores producciones. También participó en películas argentinas. En febrero de 1928 realizó una breve temporada en el habanero teatro Martí, para que sus coterráneos apreciaran su desempeño histriónico.
Al estallar la Guerra Civil Española se radicó en Estados Unidos y Argentina. Regresó a España en 1947, año en que murió en suelo madrileño Martínez Sierra. Su relación extramatrimonial con este intelectual resultó escandalosa a lo largo de mucho tiempo, pues hasta 1932 la Bárcena no pudo divorciarse de su esposo, el actor Ricardo Vargas. En 1972 recibió el Premio Nacional de Teatro que se otorga en España.
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