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Casa de Santa Clara Nº 69

31 de octubre de 2014

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casa (Custom)Según la arquitecta Madeline Menéndez, en su libro La casa habanera, esta es  “una de las casas más antiguas de intramuros, si se tiene en cuenta el sistema constructivo, los anchos muros, la expresión de la fachada y el portón de pivote original, así como sus puntales chatos. En el zaguán se conserva un techo de armadura muy elaborado, con cuatro faldones y escuadras en las esquinas. Dicho zaguán se abre a una galería -paralela a la calle inquisidor- que abre hacia  el patio a través de una arquería de piedra. Perpendicular a la misma se aprecian los restos de un colgadizo, con pies derechos de madera que, a su vez, debió enfrentar el patio. La casa fue objeto de una división a partir de la cual perdió una parte de su planta, la que correspondería la lado izquierdo del zaguán –visto desde la calle-, al menos la primera crujía, y quizás alguna galería. Toda la edificación muestra un deterioro extremo, y las transformaciones derivan de la intensidad del uso actual.” A pesar de ello esta casa posee Grado de Protección I, por sus valores arquitectónicos que aún pueden apreciarse a través de sus elementos constructivos y en especial por el grado de antigüedad.
De 1770 data la descripción más antigua de esta casa, según un impuesto de la Antigua Anotaduría de Hipotecas (A.A.H.), a favor del clérigo Don Pablo Estévez. Esta imposición de cargas, se hace sobre “una casa y colgadizo” propiedad de Don Tomás Lorca, “situada (…) haciendo esquina a dos calles, la una de Mercaderes y la que cruza de la puerta de la Iglesia del Monasterio de Santa Clara a la Real Muralla y bahía de este puerto”, lindaba entonces con la casa de Don Pablo Guerrero y por la de Mercaderes con la de los herederos de Don Ambrosio Medrano.  Era la imagen de una casa “…baja de rafas, tapias y tejas…” no muy lejana a la que llegó a nuestros días, a pesar de las mencionadas transformaciones y los diferentes usos en el tiempo.
En 1792 otro Certifico de la A.A.H. confirma la anterior descripción: “Por escritura ante D. José Lorenzo Rodríguez este día Da. Francisca Jiménez viuda de D. Tomás Lorca (…) hipotecó dos casas y un colgadizo, la primera baja de rafas, tapias y tejas haciendo esquina a dos calles, la una de Mercaderes y la otra que de una de las puertas del Monasterio de Santa Clara a la Real Muralla del Oriente, lindando con Colgadizo que fue de dichos bienes y por la otra con casa de los herederos de D. Ambrosio Medrano…”
Sólo vuelve a tenerse noticias de esta vivienda en 1809 cuando se realiza la venta de una accesoria de esta casa, primero con pacto de retro y luego, en 1817, una nueva venta: “Por ante Don Ramón José Sánchez Escribano Teniente de público del oficio de Don José Lorenzo Rodríguez a las nueve del corriente Don Manuel Mendoza?, vecino de esta ciudad vendió con pacto de retro a Don Ignacio González Larrinaga de la misma vecindad una accesoria situada haciendo esquina a dos calles, la una que titulan de Mercaderes y la otra de San José, la misma que consta a fojas 343 del libro 34 en precio de dos mil ciento veinte y cinco pesos. Habana y enero 10 de 1809. Y a su margen la siguiente nota: Por ante Don Cayetano Pontón, Escribano Público este día Don Ignacio González Larrinaga, retrovendió a Don Bonifacio González  la accesoria contenida en la nota del frente. Habana. Septiembre 18 de 1817.
En el Registro de la Propiedad no se asentó ninguna otra información que permitiera completar la investigación de esta casa hasta el siglo XX, quedando un enorme vacío en el siglo XIX, pues no es hasta 1902 en que hay referencias sobre ella señalada con el Nº 23 de la calle de Santa Clara con igual descripción y gravámenes a los anteriores asientos. En 1903 se registra una inscripción de la Iglesia Católica de Cuba de 600  pesos a favor de San Nicolás de Bari de la Tercera Orden de San Francisco y en 1909  un censo a favor de la Orden Franciscana de 2 400 pesos. Después de esa fecha no se anotó dato alguno en dicho Registro.
No obstante, por los directorios comerciales, en específico por el Anuario General del Comercio de 1859, se sabe que en esta casa radicaron las oficinas de la Compañía Almacenes de Hacendados, presidida por Don Luis Pedroso, y se enumeraba entonces con el 11.
Esta casa de la calle Santa Clara es de esos inmuebles que pueden recibir la condición de “patrimonio en peligro”, por ello se torna tan importante su datación y registro para, al menos, conservarla en la memoria histórica de la ciudad.

*La foto fue tomada del libro La casa habanera, de Madeline Menéndez.

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