Casa de la calle Mercaderes No. 157, entre Obraría y Lamparilla

6 de septiembre de 2021

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Zenaida Iglesias Sánchez

Antigua casa del marqués de Esteva de las Delicias
Después: Comercio de la Compañía Armera de Cuba.
Hoy: Museo de la Armería 9 de abril y vivienda

 

 

El Museo de la Armería 9 de abril, guarda para sí y todo aquel que lo visita, la apasionante historia de la lucha revolucionaria librada por nuestro pueblo en el pasado. Su sede, fue restaurada por especialistas de la Oficina del Historiador de la Ciudad y en el presente ha renovado su interior, con un novedoso diseño museográfico, que hace más atractiva la instalación, reinaugurada el pasado 2020. La planta alta del edificio continúa desempeñando la función doméstica.

 

 

Corría el año 1958 cuando un grupo de valientes jóvenes asaltaron el lugar donde se encontraba el comercio destinado a armería, con el fin de recaudar armamentos y municiones para la lucha que llevaba a cabo el Movimiento 26 de Julio (M-26-7) contra la dictadura de Batista imperante en nuestro país. El hecho fue delatado y los asaltantes sufrieron las consecuencias: La represión brutal no se hizo esperar. Este sitio quedó para la historia como testigo fiel de estos acontecimientos acaecidos un día 9 de abril del año antes citado.

 

 

El edificio había sido construido en el siglo XIX, conociéndose al marqués de Esteva de las Delicias entre sus antiguos propietarios. En el siglo XX fue modificado y estaba en poder de la Compañía Armera de Cuba S. A. quienes a su vez explotaban el establecimiento comercial de la planta baja con la venta de armamentos y otros objetos deportivos.

 

 

Su valor histórico lo engrandece hoy, ya que desde el punto de vista constructivo no tiene algún elemento sobresaliente. Ostenta el grado de protección I.

 

 

El museo de la Armería 9 de abril, atesora en sus colecciones un valioso conjunto de piezas que allí se exponen: armas de fuego de diferentes épocas, usos y estilos, municiones, utensilios de pesca e instrumentos deportivos, algunos de ellos pertenecientes al establecimiento original. El museo, aguarda para reabrir sus puertas en cuanto las condiciones epidemiológicas lo permitan. A pesar de esto, obreros y especialistas de la Oficina del Historiador trabajan sin descanso en el remozamiento de nuestras instituciones.