ribbon

Casa de 5ta y D, donde murió el Generalísimo (I)

19 de agosto de 2016

|

Fachada (Small)

 

 

El 17 de junio de 1905 toda Cuba se conmovió con la noticia de la muerte del Mayor General Máximo Gómez Báez, General en Jefe del Ejército Libertador de Cuba, quien falleciera a los 69 años de edad, en esta casa ubicada en 5ta y D, en el barrio capitalino de El Vedado, donde además fueron velados sus restos. Era en aquel momento el último sobreviviente de los tres grandes dirigentes principales del movimiento independentista cubano, pues José Martí y Antonio Maceo habían caído en combate en la última de las guerras cubanas por la independencia de España.
Se dice que sus últimos días los había pasado en esta casa, propiedad de su amigo Silveira, pero lo cierto es que la investigación del Registro de la Propiedad no arrojó ningún propietario ni arrendatario con este apellido, a menos que esta última condición haya sido sin contrato alguno que no constara en dicho Registro. En el año del deceso del General la dueña de la finca era doña Josefa Sánchez y Giquel, de ahí que este artículo no relacione la familia que la ocupó, durante años, con la del Generalísimo. Una tarja a un costado de la enorme residencia conmemora la muerte en ese lugar del patriota dominicano. Asimismo, la Revista El Fígaro publicó en su momento imágenes de la salida del féretro de esta casona. Sin dudas, este hecho aporta excepcionales valores históricos al inmueble, que décadas después fuera conocido como sede del colegio de niñas de las Hermanas Dominicas Americanas. A ello se suma la significación arquitectónica y urbanística de la edificación, como una de las más antiguas de El Vedado que se conserva.

 

Tarja (Small)

 

Y es que la historia de esta vivienda forma parte del período de urbanización y desarrollo de la zona. Los primeros datos se remontan a 1813 cuando los terrenos eran propiedad de don Antonio Frías y antes, sin precisar fecha, de don Miguel Remigio Valiente. El Conde de Pozos Dulces era su dueño en 1840 y en 1877 los solares 1, 2 y 3, de la manzana 21 pertenecían a doña Matilde Giquel quien los adquirió por compraventa a Enrique Chapagne por el precio de 500 pesos en oro, reconociendo a censo en cada solar otros 500 pesos en oro, con el canon de un 5 % anual a favor de los herederos del señor Conde de Pozos Dulces.
Según el Registro de la Propiedad, en el padrón de riqueza formado en esta ciudad, don Joaquín María Sánchez, consorte de doña Matilde, consta empadronado con el alquiler de 78 pesos oro mensuales a su nombre, a virtud de licencia que se le concedió para construirla el día 2 de marzo de 1878, por lo que se toma como referencia este año para datar el inicio de las obras de esta casa levantada en los mencionados solares 1, 2 y 3 de la manzana 21 de El Vedado.
La vivienda edificada entonces fue de mampostería, azotea y tejas con portales, se señalaba con el número 20, haciendo esquina a la calle D. Lindaba por la derecha con el sitio destinado a la Plaza del Recreo, por la izquierda con una casa de don Genaro Suárez y por la espalda con otra de don Casimiro del Monte y de don Manuel Grenet. Su frente medía 60 m y su fondo, incluyendo su caballeriza y lavadero, se componía de 62 varas, o sea, 52 m a lo máximo. Su valor a la sazón era de 500 pesos oro. Estos solares formaban parte de la hacienda Balzain o de El Vedado.

 

Busto (Small)

 

A finales del siglo XIX se numeraba con el 45 de la calle 5ta y estaba valorada en 15 320 pesos, 44 centavos. Esta finca adquirida en matrimonio por Doña Matilde Giquel y Desommes y Don Joaquín María Sánchez Coffigni, cuando este muere en 1899, es hipotecada por su viuda a favor de cada uno de sus hijos María, Luis, Josefa y Rafael Sánchez y Giquel, por partes iguales, entre los cuales le abonará lo correspondiente cuando arribasen a su mayoría de edad. Medía 60 m de frente y 50 m de fondo dando una extensión superficial de 3 000 m². Doña Matilde falleció en 1905, sin otorgar testamento, por lo que fueron declarados sus hijos como únicos y universales herederos. Luego del avalúo y partición de sus bienes, esta finca, valorada en 24 000 pesos, pasó a manos de doña Josefa Sánchez y Giquel, quien a su vez la vendió, en 1908, a la Iglesia Católica representada por Monseñor Pedro González Estrada, Obispo de esa Diócesis, por el precio de 23 000 pesos oro español.
Por su parte, el Excmo. y Reverendísimo Monseñor Manuel Ruiz y Rodríguez, Arzobispo de la archidiócesis de La Habana y Administrador Apostólico de Pinar del Río, en representación de la Iglesia Católica, vendió esta finca a la Asociación American Dominican Sister, o sea, Hermanas Dominicas Americanas, asociación civil, representada por su presidenta la Reverenda Madre señora María Abigail Kane y Mac Ginn, natural de Philadelfia, Estados Unidos, por el precio de 21 000 pesos moneda oficial. La venta del edificio se realizó con la condición que tenía que ser destinado siempre a Colegio Católico de Niñas, y si dejase de dársele esta aplicación personalmente por las mencionadas religiosas, volvería la casa al dominio de la iglesia católica, la que reintegraría lo que la Asociación hubiese satisfecho por el precio de la compra más la suma gastada en construcciones y mejoras desde el mes de junio de 1923.

 

Salida del féretro de Máximo Gómez (Small)

 

A inicios del siglo XX, los asientos del Registro de la Propiedad lo refieren como un edificio ocupado por el Colegio Católico de Niñas Our Lady Help of Christians. Asimismo, se describía la nueva construcción a partir de los cambios realizados por las monjas dominicas: “El actual está formado por una construcción antigua la cual ha sido modificada y ampliada en distintas épocas, constando en la actualidad de dos plantas y cubierta de azotea, con la siguiente distribución: Planta baja: En el cuerpo antiguo del edificio que es de muros de mampostería y techos de madera en una parte, y en otra vigas de acero, consta de portal en sus dos fretes a las calles y el lateral paralelo a la calle D, capilla, coro y biblioteca, en la segunda crujía paralela a la calle 5ta, un salón para aula en la crujía lateral izquierda, una sala para aula, sacristía, servicios sanitarios, y una escalera de madera helicoide en la crujía lateral derecha y un salón de recibo entre estas dos crujías y un patio central con sus claustros en el cual está la escalera para acceso a la planta alta. Para comunicar este cuerpo del edificio con el de nueva construcción existe un pasaje cubierto, formado por dos columnas de hierro fundido, arquitrabe y techo de vigas de acero. El cuerpo del edificio de nueva construcción y que es de ladrillo, techos de vigas y bloques, pisos de mosaicos y carpintería de cedro, consta esta planta de un vestíbulo, sala de espera, sala de música, comedor de las niñas, biblioteca, pantry, cocina, tres cuartos de criados y servicios. Además, aislada del edificio principal hay una pequeña construcción de paredes de ladrillo, citara y pilares, pisos de mosaico y cubierta de madera, la cual consta de una habitación y vivienda del jardinero con su servicio. El resto del terreno está dedicado las fajas de 5 m paralelos a las calles a jardines de acuerdo con las condicionales del reparto y lo demás a patio de recreo. Planta alta: Consta esta planta la igual que la baja de dos cuerpos de edificios comunicados por un pasillo cubierto, el cual esta planta tiene cierre de persianas en sus costados. Sobre la planta antigua existen sobre las dos crujías paralelas a la calle D y en todo su largo un salón para dormitorios de alumnos construido de paredes de ladrillo, sus muros exteriores y en el centro columnas de concreto armado y vigas de acero cubierta de vigas y bloques, anexo a este local hay otro destinado a baños y servicios sanitarios. Sobre los portales de frente a la calle 5ta y el lateral derecho existen habitaciones dedicadas a dormitorios de las Hermanas. En la parte del fondo de este cuerpo del edificio hay un comedor que comunica las dos construcciones antes mencionadas, en el cual está el desembarque de la escalera, servicios sanitarios y el botiquín. Sobre el cuerpo del edificio de nueva construcción existen en esta planta y construcción también de ladrillos, techos de vigas y acero, pisos de mosaico y carpintería de cedro, cuatro aulas, un salón para comedor de las Hermanas y un cuarto para útiles. En todo el frente de esta construcción existe una galería de persianas de cubiertas de tirantes de madera y planchas de asbesto y la cual sirve de comunicación de dichas aulas”.

Galería de Imágenes

Comentarios



Rene Leon / 26 de octubre de 2016

Muy bueno como siempre los ensayos de Yamira. La felicitamos. René León