ribbon

Carlos Manuel de Céspedes ante la mirada de José Martí

19 de abril de 2024

|

 

090cfff5-08bc-4f09-bde7-80d404f94896-1713448125457

Hace 203 años, el 18 de abril de 1818, nació Carlos Manuel de Céspedes en la ciudad de Bayamo. Fue el iniciador de las gueras cubanas por la independencia cuban y murió conbatiendo frente a las tropas españolas.

Martí puede considerarse como su legítimo continuador, lo cual patentizó en más de una ocasión en las numerosas referencias y valoraciones acerca de su vida y obra a través de escritots que se han publicado a menudo. Sin embargo, hay unos apuntes en hojas sueltas que no suelen ser citados, y en los que el Maestro afronta, en cico párrafos, criterios negativos acerca del prócer y que él considera muestras de su gran altura humana, patriótica y revolucionaria.

En el primer párrafo, Martí se vale de una frase del propio Céspedes, al que califica de hombre “irascible y de genio tempuestuoso.” Dijo Céspedes: “Entre los sacrificios que me ha impueesto la Revolución el más doloroso para mí ha sido el sacrificio de mi carácter. Y concluye Martí: “dominó lo que nadie domina.” En el segundo párafo explica que el Centro, como se le llamaba a la región de Camagüey, adoptó la forma republicana y Céspedes “no la creía conveniente; pero creía inconveniente las disensiomes”, por lo “que se plegó a aquel criterio. Concluye el Maestro: “Sacrificaba su amor propio— lo que nadie sacrifica.” Acerca del ejercicio cespedista de la presidencia de la República en Armas, señala Martí que la Cámara de Representantes “ansiosa de gloria— pura, pero inoportuna, hacía leyes de educción y de agricultura, cuando el único arado era el machete; la batalla, la escuela; la tinta, la sangre—” Y venía el veto.

En el párrafo que sigue apunta otra crítica que se le hizo a Céspedes: “Que instituyó la forma militar.” A ello responde el Maestro: Él creía que la autoridad no debía estar dividida; que la unidad del mando era la salvación de revolución; que la diversidad de jefes, en vez de acelerar entorpecía los movimientos.— Él tenía un fin rápido, único: la independencia de la patria. La Cámara tenía otro, lo que sería el país después de la independencia. Los dos tenían razón; pero en el momento de la lucha, la Cámara la tenía segundamente. Empeñado en su objeto, rechazaba cuanto se lo detenía.”

El otro señalamiento a Céspedes por parte de sus críticos lo resume así Martí: “Que se llamó Capitán General.” Y sostiene que el bayamés, dado que un cambio de nombre del mando supremo necesitaría una explicación, decía “Se pierde tiempo.” “Cada dificultad le parecía un crimen, cada obstáculo un fratricidio. Resume así Martí sus juicios: “Esta es la explicación de todos sus actos, el pensamiento movedor de todos sus movimientos coléricos y la causa excusadora de todas sus faltas—Él creía: “El medio de la paz es la tribuna. El medio de las revoluciones es la acción.”

Estas notas íntimas que quizás nunca fueron leídas en su tiempo, no dejan lugar a dudas acerca de que Carlos Manuel de Céspedes fue para Martí el fundador de la patria libre, cuya grandeza no puede oscurecerse por sus opiniones contradictorias con las de otros patriotas de entonces y que, más que imponer sus puntos de vista, más de una vez cedió los suyos.

Galería de Imágenes

Comentarios