Caracol Africano

21 de diciembre de 2022

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Cecilia Garcia

 

 

El Caracol Africano llegó a Cuba en el año 2014 y se extendió a varias provincias, el clima húmedo del país ha beneficiado su adaptación considerándose una amenaza para la sanidad vegetal, la salud humana y la biodiversidad. Se adapta a varios tipos de espacios y se reproduce muy rápido ya que puede llegar a poner entre 100 y 500 huevos cada vez de los cuales nacen entre el 85 y el 90%. Este caracol se haya entre las especies más dañinas.

Para el ser humano también es una amenaza, puede ser hospedero de larvas de un parásito pulmonar de las ratas, causar meningoencefalitis. La infección ocurre cuando los seres humanos ingieren larvas de manera accidental por alimentos contaminados con sus secreciones, llevarse las manos a la boca después de haber estado en contacto con el molusco o por consumir vegetales frescos mal lavados.

Mucho se ha hablado de los daños que provoca a los sembrados y a la salud este molusco, de la forma de combatirlos pero pienso que las personas aún no toman conciencia de la importancia de revisar patios, solares yermos, parques y comunidades donde puedan existir y eliminarlos, es cierto que en Cuba no se reportan de manera oficial afectaciones a las personas pero recordemos que siempre es mejor prevenir.

El accionar humano es fundamental en la lucha para evitar su expansión, para controlarlo es necesario cumplir con las medidas que han dictado las autoridades de salud y que señalamos a continuación:

No botarlos vivos en ríos, solares yermos, calles o basura.

No utilizarlos como carnada para pescar.

No ponerse en contacto con la baba del caracol, si esto ocurre se debe lavar la zona con abundante agua y jabón.

No consumir alimentos sin lavar, las verduras y vegetales deben ser lavados con abundante agua corriente de ser posible.

Los caracoles deben ser colectados con guantes o bolsas de nailon para proteger las manos, en ningún caso deben manipularse con las manos descubiertas.

Destruir la concha y enterrarlos, quemarlos o sumergirlos en una solución de sal o cal durante 24 horas, pasado este tiempo enterrarlos o arrojarlos a la basura utilizando siempre bolsas de nailon.

Prevenir los daños que causa el Caracol Africano depende de nosotros.