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Cantor popular… Benny Moré (II)

13 de julio de 2017

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En 1943 el Septeto Cauto hacía presentaciones en las radioemisoras RHC Cadena Azul y Mil Diez. Resulta probable que en alguna de estas presentaciones los integrantes del Trío Matamoros –ya en esos momentos ampliado a conjunto– escucharan a Bartolomé, y Siro Rodríguez destacado guitarrista del grupo, le comentara a Miguel Matamoros que ya él, en otras oportunidades, no solo había compartido audiciones comentadas de jazz con Bartolomé, sino que había disfrutado de las excelencias soneras y troveras de ese joven cantante con delgada voz de tenor en bares y cantinas.

Algunos meses después, la vigorosa firma discográfica norteamericana RCA Victor le ofrece un contrato a Miguel Matamoros y su conjunto para grabar cinco discos sencillos de dos caras. Coincidió tal oferta con que Miguel se encontraba afectado de sus cuerdas vocales; fue entonces que Siro Rodríguez le recordó a Miguel a aquel espigado mulato de apellido Moré que cantaba con Mozo Borgellá en la radio. De inmediato Matamoros le ofreció su puesto en estas grabaciones que se iniciaron el 11 de abril de 1944 en los estudios RCA Victor instalados en la emisora Circuito CMQ, localizados en la calle Monte esquina a Prado, y que concluyeron en los primeros meses del año 1945.

La relación de grabaciones es la siguiente: los sones Buenos hermanos, La cazuelita, La ruina de mi bohío (Miguel Matamoros), Mexicanita veracruzana (Rafael Enrizo), Penicilina (Abelardo Valdés), Me la llevo (Rafael Cueto), Seré dichoso (Ramón Dorca), Qué será eso (A.Delachaus), Ofrenda criolla (Rodríguez Fiffe) y la rumba Se va a morir (Miguel Matamoros).

Estas serian las primeras grabaciones discográficas realizadas por el futuro Benny Moré en su luego fructífera carrera.

Al finalizar estas grabaciones al conjunto de Matamoros le ofrecen un ventajoso contrato para presentarse en México, y Miguel decide incorporar a Bartolomé a su excelente grupo de músicos. Al término de aquel contrato, Miguel Matamoros decide regresar a Cuba, fue entonces que el joven Bartolomé le comunicó a éste su interés por quedarse en México.

De inmediato el futuro “Bárbaro del Ritmo” piensa en buscarse un nombre artístico y luego de largas meditaciones decide llamarse “Homero”, patronímico con el que hizo algunos coros a Kiko Mendive, en grabaciones con la orquesta Arturo Núñez para el sello Columbia. Algo después, definitivamente se llamaría Benny Moré.

 

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Luego de algunos avatares y no pocas fatigas, Benny consigue llegar al disco junto al Conjunto Humberto Cané, con el que, en 1947, grabaría para la RCA Victor, una selección de guarachas para los sencillos VI 70-7594 Mi negrita rumbera (primera grabación como solista en México), VI 70 7595 Cómo gozo; VI 70 7495 Seboruco; VI 70 7594 Hasta cuando; VI 70 9593 Merengue pa ti, y el VI 70 7593 titulado Puntillita.

Ya Instalado en México, Benny Moré se gana la simpatía de personas muy importantes del mundo de la música, como el cantante Miguel Aceves Mejía y el gran tenor Alfonso Ortiz Tirado, Luego se le vería cantando con las agrupaciones Humberto Cané, Mariano Mercerón, Dámaso Pérez Prado y Yeyo Estrada; y las mejicanas Son Clave de Oro, Chucho Rodríguez, Arturo Núñez. Memo Salamanca y Rafael de Paz, entre otros. Con la ayuda de ellos, logra espacios en los principales escenarios.

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Pero sus mayores éxitos, serían con el respaldo de la banda de Pérez Prado, cuando entre 1948 y 1949, cuando dejaría grabado, con el sello RCA Victor, los mambos Anabacoa (VI- 70 8451); Qué te pasa José, (Vi- 70 8166); Viejo cañengo (Vi- 70 7851); Batiri RCA (Vi- 8451); Mangolele (Vi- 23-1282); Tú, solo tú (VI- 70-8210); y Babarabatiri (VI- 70 8294); entre algunos otros.

Todo parece indicar que su despegue en este recurso estaba destinado a materializarse con la RCA Victor, entidad con la que dio curso a una carrera discográfica de más de 190 discos, que culminaría solo con su muerte.

Por otra parte, la cinematografía azteca le abrirá las puertas, y su voz e imagen, quedarían plasmadas en once filmes, de los que han trascendido algunos fonográmas, entre otros, Por el Prado, El caballo y la montura, Ya son las doce, La roncona, Cambio peso por dólar, rescatados del celuloide, por algunos proyectos disqueros.

Al principio de los años cincuenta, Benny Moré regresó definitivamente a Cuba, y muy pronto se le pudo disfrutar en algunas presentaciones junto a las bandas de Mariano Mercerón y Bebo Valdés con el ritmo batanga, en las radioemisoras RHC Cadena Azul y Mil Diez.

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Comentarios



Luis Hernando Soto Rojas / 30 de diciembre de 2019

Excelentes datos