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Calle Santa Clara

7 de mayo de 2019

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Centro Histórico La Habana Vieja

 

Calle Santa Clara, vista hacia el puerto

Calle Santa Clara, vista hacia el puerto

 

Esta calle no es extensa, parte desde la Avenida del Puerto, para terminar frente al antiguo monasterio de las monjas clarisas en la calle Cuba, de ahí que toma su denominación; por la construcción religiosa –convento de Santa Clara– que fue el primero de clausura que existió en la ciudad por el siglo XVII.

Es una calle muy antigua, a pesar de que en su trayecto las construcciones han sido reedificadas en la primera mitad del siglo XX.

En tiempos pasados tuvo distintas denominaciones, por ejemplo, nos cuenta Santalices en su obra, que se llamó calle de la Punta de Bainas, por el nombre de un saliente del  litoral de la bahía… al comienzo de la calle; cerrada de redes, por las que en esta parte ponían los pescadores; cerrada de La Machina…; finalmente cerrada de Santa Clara…[1]

 

Vista hacia el convento

Vista hacia el convento

 

Si bien en nuestros días es considerada una calle más del centro histórico habanero, hace siglos fue un simple callejón, como el de Porvenir, que corre por detrás de los muros del citado convento, al que haremos referencia en un futuro cercano; tal parece que el convento se interpuso en el desarrollo de esta vía, para conformar dos callejones cortos, que truncan su andar al enfrentarse a los muros.

La calle de Santa Clara en su modesta apariencia no cuenta con un edificio que destaque a la vista del caminante curioso; más de los que conforman la plazuela frente a la construcción religiosa, de la que forma uno de sus lados. Magníficos exponentes del estilo ecléctico, destinados a viviendas, oficinas y almacenes.

 

Calle Santa Clara

Calle Santa Clara

 

Si bien los trabajos de restauración no se han extendido hasta el eje, algunos ejemplos puntuales de la mano de particulares han recuperado los espacios de las accesorias bajas para destinarlas a comercio; pero mucho queda por hacer para que realce su bonita perspectiva entre las aguas del litoral y los muros de la centenaria construcción religiosa que muy pronto comenzará a restaurarse.

 

Nota:

[1] Fernández Santalices, Manuel. Calles de La Habana. Ed. Agualarga. España. 2000. P. 177.

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