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Bar “Bigote Gato”

14 de febrero de 2014

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Edificio de la calle Teniente Rey No. 308, esquina a Compostela
Antes, vivienda. Después Bar “Bigote Gato”

 

En la esquina formada por las calles Teniente Rey y Compostela, existía en el siglo XVIII, una antigua casa colonial de modesta apariencia, construida de mampostería y cubierta de tejas, con cuartos altos al fondo, estaba en propiedad del Monasterio de Santa Teresa de la ciudad, que la compró a su anterior dueña, la señora Juana Florián. El pequeño inmueble estaba destinado a vivienda y como tal lo explotaban sus propietarios a través de la renta. Tomando en cuenta su ubicación y distribución, desde época temprana pudo haber tenido una accesoria comercial en el ángulo esquinero de la planta baja. En la segunda mitad del siglo XIX había sido reconstruida, sustituyéndose la cubierta de tejas por la plana de azotea.

1-Teniente Rey y compostela, obras
En 1947 se estableció en el inmueble que aquí se conservaba, Manuel Pérez Rodríguez, el famoso asturiano reconocido por “Bigote de Gato” y abrió las puertas del bar-tertulia a su cargo en el mes de marzo del referido año cuya propaganda decía: “Conozca a Cuba primero, visite a Bigote’ Gato después”.
Entre los anuncios de su negocio rezaba aquel que por mucho tiempo lo identificó como su lema: Un pedacito de nuestra madre patria con todos sus productos, una palmera cubana con todas sus costumbres. Lo cierto que el local fue siempre frecuentado y ganó fama y adquirió prestigio, siendo visitado por notables figuras y muy buenos amigos del anfitrión quien se vanagloriaba diciendo que en su vida dio muchos traspiés pero nunca punta pies, porque siempre ayudó al necesitado. La barra de madera del establecimiento se ubicaba a la izquierda desde la entrada y sobre ella no faltaban exquisitos platos de sardinas y oloroso pescado frito.

3-Teniente Rey y compostela, ahora
Cuentan los que le conocieron, entre ellos nuestro colega, el periodista Rolando Aniceto, que siempre que levantaba su copa para hacer un brindis decía: Que daño me haga como miedo le tengo, pero siempre tuvo presente que: Hay que beber para divertirse, no para olvidar, poniendo de manifiesto su carácter simpático y jovial.
Se disponían al fondo tres o cuatro reservados a los que llamó Salones, uno de ellos denominado “Ensueño”, fue visitado en muchas ocasiones por nuestro poeta nacional Nicolás Guillén. También fue visitado por el destacado novelista Ernest Hemingway.
El asturiano Manuel Pérez Rodríguez, conocido por Bigote de Gato, falleció en La Habana el 12 de julio de 2002, para entonces el local había desparecido y solo ruinas asomaban tratando de desempolvar esta historia, pero los trabajos de reanimación en las calles de la antigua ciudad, no se detienen y la parcela desocupada se reedificó.

4-Teniente Rey y compostela, hoy
Recientemente abrió sus puertas el inmueble restituyéndose el antiguo y reconocido Bar, recuperando la centenaria esquina el uso que la hizo por muchos renombrada, en la fachada se lee el mismo anuncio de antaño y en su interior, exquisitos platos, servicio y confort, rememoran la historia de aquel pasado bohemio que dormía entre ruinas.

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