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Antonio Fagundes

15 de marzo de 2013

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Antonio Fagundes

A Antonio Fagundes se le ha visto de coestrella con lo que más vale y brilla en la televisión de Brasil: junto a las actrices Gloria Pires, Regina Duarte y Patricia Pillar, con el primerísimo actor José Wilker y muchos más. Y aunque la teleaudiencia femenina se encanta con sus actuaciones, goza de gran aceptación entre los del género masculino, pues se trata de un actor completo.
A La Habana arribó a comienzos de diciembre de 1993, en ocasión del XV Festival de Cine Latinoamericano. Lo acompañaba el también muy popular Rubens de Falco y entrevistado para la edición del diario Granma del 8 de aquel mes expresó:
“Lo más vital para un actor hoy día es la televisión, luego está el teatro, y el cine a buena distancia en tercer lugar. Y no veo forma para que de inmediato esto mejore”.
En las calles del barrio de El Vedado, con pequeño bigote y vestido de manera muy sencilla, dondequiera apareció su rostro (tal es el precio de la fama), se le llamó por el personaje con que entonces se le identificaba: ¡Ahí va Iván Meireles, el de la telenovela Vale todo!
En Cuba se le recuerda por sus actuaciones en Mujeres de arena (personaje de Alaor), Vale todo (Iván Meireles), Renacer (José Inocencio), El rey del ganado (Bruno Mezenga), Por amor (Atilio), Terra nostra (Gumersindo), Insensato corazón (Raúl Brandao)…, lo cual no es representativo sino de una parte minoritaria de sus actuaciones en las telenovelas.
Fagundes nació en Río de Janeiro el 18 de abril de 1949, aunque a los ocho años mudó con los padres hacia Sao Paulo. Siendo aún estudiante hizo sus pinitos como actor en el teatro y a la televisión llegó a la edad de 20 años, en 1969, si bien en el cine debutó dos años antes. De 1973 data su primera telenovela, Mujeres de arena.
El teatro, el cine y la televisión han mantenido al actor siempre ocupado. Las telenovelas en que ha participado sobrepasan la cifra de 25, las películas rondan las 40, entre ellas Gaijin, los caminos de la libertad, de 1979; Bésame mucho, de 1986; La dama del cine Shanghai, de 1987, y algunas más vistas en Cuba, donde han sido premiadas durante los festivales de cine latinoamericano.
De extraordinaria versatilidad y simpatía, héroe o villano, según se requiera, Fagundes tiene la capacidad de los grandes actores: convertir a sus personajes en caracteres inolvidables para el espectador, una opinión que comparten los medios especializados y la crítica. Talento y laboriosidad lo avalan.

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