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Antiguo edificio Bacardí

13 de mayo de 2016

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Hoy: Oficinas.
Avenida de Bélgica No. 261 entre Empedrado y San Juan de Dios.

 

1-Edificio Bacardí, foto antigua

Edificio Bacardí, foto antigua

 

 

El edificio Bacardí fue mandado a construir por la compañía ronera de este nombre para establecer su sucursal en La Habana. El proyecto estuvo en manos de los arquitectos Rafael Fernández Ruenes, Esteban Rodríguez Castell y José Menéndez. Las obras finalizaron en el año 1930, considerado en la fecha el edificio más alto de la ciudad en su tiempo, con doce pisos de altura, y uno de los mejores ejemplos del estilo Art Decó.

 

2-Bacardí, obras de restauración

Bacardí, obras de restauración

Se levantó vistoso en la esquina formada por las calles Monserrate y San Juan de Dios, en terrenos que pertenecieron al antiguo Reparto Las Murallas. Fue construido con materiales sólidos y duraderos, estructura de acero y hormigón. Como material decorativo se empleó en las fachadas el granito natural, terracota y ladrillos prensados. En su maciza volumetría, el cuerpo central se va escalonando en ascensión, en forma de pirámide o zigurat, hasta llegar a la torre que lo identifica, sobre la cubierta de la misma, dispuesta a cuatro aguas, se ubicó el murciélago en bronce, símbolo de la firma Bacardí, apoyado en un poliedro de vidrio con armadura de metal que se iluminaba en las noches.

 

3-Bacradí, detalle (techos)

Bacardí, detalle (techos)

La planta de acceso se decoró exteriormente con mármol de color rojo vino, como símbolo de las mieles roneras; en los pisos superiores se utilizó loseta de gres cerámico de color amarillo brillante, representando a los rones blanco-dorados que le dio a la prestigiosa firma fama internacional. La planta alta y la torre central muestran un cuidadoso diseño de tejas policromadas que alternan franjas azules y de color pardo, con paneles decorados, lo que acentúa su elegancia y magnificencia.

 

Bacardí, detalle (lobby)

Bacardí, detalle (lobby)

Las excelencias de los espacios interiores se concentraron en la planta baja y el entresuelo. El pequeño portal da acceso al vestíbulo, a la derecha se ubicó el salón de exposiciones ricamente decorado con pilastras de capiteles dorados, vigas de sección escalonada y lámparas de anguloso diseño. En este asoman los vanos del entresuelo donde se hallaba el bar para invitados enchapado en madera, decorado con estilizadas palmeras en la puerta de los baños. Se afirma que se emplearon mármoles de muchas naciones europeas.
El resto del edificio fue arrendado a diferentes empresas y compañías radicadas en nuestra ciudad, que compartieron la sede de Bacardí. Con posterioridad al Triunfo de la Revolución y las leyes de nacionalización llevadas a cabo por el gobierno cubano, las compañías extranjeras radicadas en nuestro país lo abandonan. Pero sus espacios, permanecieron desempeñando como oficinas hasta nuestros días, sin alterar la función para la que fue concebido.

 

Bacardí. vista actual

Bacardí. vista actual

A finales de la década del ’90 la Oficina del Historiador de la Ciudad llevó a cabo trabajos de restauración en el mismo, estas obras, junto a labores de mantenimiento periódico han permitido que el inmueble mantenga la elegancia que lo ha caracterizado.

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