Añoranza por el mercurocromo

12 de diciembre de 2014

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Diana García García

Sabido es que el mercurio es un elemento tóxico que afecta a la salud de las personas y que contamina el medio ambiente. Este es un hecho evidente, avalado por múltiples investigaciones.
Entre las formas de mercurio que causan problemas de salud se incluye el mercurio orgánico. El mismo puede causar enfermedad si es inhalado, ingerido o puesto sobre la piel por períodos prolongados de tiempo. Los daños causados por este tipo de mercurio generalmente tardan años o décadas en apreciarse, por lo que estar expuestos a pequeñas cantidades de mercurio orgánico a diario, durante años, probablemente hará que los síntomas no aparezcan de inmediato, aunque también existe evidencia de que una exposición única, de magnitud considerable, puede igualmente causar problemas.
Como resultado de la exposición prolongada al mercurio orgánico pueden presentarse síntomas neurológicos, incluyendo entumecimiento o dolor en ciertas partes de la piel, estremecimiento o temblor incontrolable, incapacidad para caminar correctamente, ceguera y visión doble, problemas con la memoria, convulsiones e incluso ocurrir la muerte en caso de grandes exposiciones.
Un compuesto del mercurio, conocido como agente desinfectante y antiséptico, cuyo desuso relativamente reciente ha suscitado gran polémica entre muchos de sus seguidores, es el mercurocromo. Dicha denominación corresponde al nombre comercial por el que se conoce a la tintura de merbromina, elaborada con el principio activo disuelto en alcohol o agua, usualmente a un 2% de concentración.
Actualmente son muchas las personas que se niegan a entender la razón por la que el mercurocromo está contraindicado, habiendo sido hasta hace muy poco tiempo un antiséptico muy usado para desinfectar heridas y curar diferentes excoriaciones de la piel.
El mercurocromo usualmente no faltaba en los botiquines de primeros auxilios de numerosos hogares y desde su surgimiento en 1919 se hizo muy popular entre padres y médicos para la antisepsia diaria de las heridas propias de las edades infantiles. Razón ésta por la que también se hizo de uso muy común en las escuelas.
Sin embargo, en el presente, la merbromina o mercurocromo, como mejor se le conoce, ha dejado de ser un agente antiséptico indicado por los médicos, debido a no ser más reconocido como seguro y efectivo a causa de su contenido en mercurio, el cual le confiere el potencial para producir toxicidad.