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Andrés Poey. Meteorólogo precursor

4 de enero de 2014

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Este 4 de enero se cumplen 95 años de la muerte del científico cubano Andrés Poey y Aguirre, quien por entonces vivía en la localidad de Vincennes, París, Francia.

Poey fue Director-funda¬dor del Observatorio Físico-Meteórico de La Habana, creado en 1861, y además fue fundador de la Real Acade¬mia de Ciencias Médicas, Físicas y Naturales, cuya sede también se hallaba en la Capital. El hecho de ser hijo del célebre naturalista Felipe Poey Aloy, y la desidia de las autoridades coloniales y republicanas hacia la ciencia, motivaron su olvido y poco reconocimiento en la posteridad.

La obra meteorológica de Poey abarcó en lo principal ciclonología tropical, nefología, óptica atmosférica y agrometeorología. Sus trabajos fueron reconocidos y publicados principalmente en Francia y en los Estados Unidos de América, por lo que en su mayoría no se conocieron en Cuba. Aún muchos de ellos no están traducidos al español. En sus inicios también transitó por el universo de la antropología, la arqueología y la zoología, quizás motivado por la extensa obra de su padre.

Al final de su vida, Andrés se entregó a los estudios filosóficos como seguidor del Positivismo, identificándose con la corriente preconizada por Augusto Comte. Su último trabajo publicado lleva fecha de 1912.

Tras su deceso, nadie reclamó su cadáver, por lo cual fue sepultado en el campo común de la necrópolis de Vincennes. Años después, varios meteorólogos cubanos (Carlos Theye, José Carlos Millás, Mario Rodríguez Ramírez y Roberto Ortíz) intentaron infructuosamente localizar sus restos y repatriarlos, y consecuentemente se esforzaron por perpetuar su memoria.

Andrés Poey había nacido en La Habana el 15 de febrero de 1825.

En 2003, la Sociedad Meteorológica de Cuba le otorgó, post mortem, el Premio Nacional de Meteorología.

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