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Amado Nervo

15 de abril de 2020

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Amado Nervo, es uno de los poetas mexicanos más conocidos y leídos. El autor de La amada inmóvil y otros poemarios tuvo la facultad nada fácil de escribir para los grandes públicos y echárselos en un bolsillo. Tan celebrada personalidad llegó a La Habana el 15 de junio de 1918, cuando contaba 48 años y mucha fama en toda Hispanoamérica.

Además de escritor, Nervo se desempeñaba como diplomático y en tal condición, la de secretario de la Legación Mexicana, pasó por nuestra ciudad. Su trato, se afirma, era exquisito y fue muy bien acogido por la intelectualidad nacional.

La visita fue breve, aunque el poeta la aprovechó para dejar varios textos de narrativa y verso en las redacciones de algunas revistas. En El Fígaro entregó uno titulado El día que me quieras, del cual voy a rememorarte estas dos líneas:

El día que me quieras tendrá más luz que junio,

La noche que me quieras será de plenilunio…

Con su presencia en La Habana satisfizo Nervo la curiosidad de las damas lectoras de su obra, renovó el siempre polémico interés de los críticos y hasta despertó el celo de “los caballeros”, como se acostumbraba a decir en la prensa. Los libreros también hicieron su zafra, vendiendo cientos de ejemplares de poesía y en especial aquellos con la firma de Amado Nervo.

El día de la despedida acudieron al muelle viejos y nuevos amigos, admiradores y periodistas. Todos esperaban verlo pronto de vuelta, pero Nervo murió al año siguiente, el 24 de mayo de 1919, en Montevideo. Con su inesperada desaparición, el poeta de la mirada sombría incorporó elementos trágicos a su ya naciente leyenda.

Lo curioso es que Nervo sí regresó a Cuba, aunque de manera un tanto curiosa, cuando el crucero Uruguay, portador de sus restos, hizo escala en La Habana. Entonces se le rindió homenaje en la Academia de Ciencias, ocasión en que el profesor José Manuel Carbonell destacó que “la muerte fue su musa predilecta, la inagotable fuente de sus inspiraciones y la constante preocupación de su existencia.”

De tenue musicalidad y sencillo lirismo, Nervo ha disfrutado del beneplácito de los lectores y merecido reiteradas ediciones.

Éxtasis de tus ojos todas las primaveras

Que hubo y habrá en el mundo, serán cuando me quieras.

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