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Amado Bonpland

19 de enero de 2022

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Las tierras emergidas del Mar Caribe y en especial Cuba, fueron objeto de intenso interés científico desde finales del siglo 18 y comienzos del 19. Europa comenzaba a descubrir las bondades de la Naturaleza en estas tierras y los científicos tenían en ellas un campo fértil para la investigación, el estudio y la realización de experimentos.

Así llegaron numerosos científicos, el barón Alejandro de Humboldt a la cabeza de ellos. Precisamente junto Humboldt llegó el 19 de diciembre de 1800, el ilustre botánico francés Amado Bonpland, hoy día bastante olvidado, a quien tenemos de invitado en esta ocasión.

Tanto Humboldt como Bonpland fueron eminentes investigadores. En cuanto a Bonpland, vivió en Cuba el advenimiento del siglo XIX. Humboldt  y él se alojaron en una de las casas más distinguidas de la ciudad, la de la familia Cuesta, en tanto la vivienda del Conde de O’Reilly era utilizada como base para instalar el equipamiento científico.

La estancia en Cuba se prolongó hasta el 15 de marzo de 1801, período durante el cual recorrieron las locaciones de Guanabacoa, Regla, San Antonio de las Vegas, Batabanó, la bahía de Jagua y la ciudad de Trinidad, en la que permanecieron dos días, hasta partir por el puerto de Casilda, rumbo a Cartagena, en Venezuela.

Los dos amigos habían zarpado de La Coruña el 5 de junio de 1799, en viaje con destino a América. A lo largo de cinco años recorrieron juntos buena parte de la geografía del continente americano. Y aunque es cierto que la diversidad de la obra de Humboldt nos lo hace más conocido en nuestros días, la presencia de Bonpland, con su fortaleza física y espíritu indagador, además de juventud, lo convierte en el acompañante ideal para el sabio alemán.

Humboldt siempre valoró con justeza esta colaboración y en público reconoció la labor de su compañero. “Mi colega Bonpland fue más acertado que yo. Pues él desde el comienzo enjuició favorablemente a Bolívar, estimulándolo ante mi presencia… A mí me pareció entonces que Bolívar estaba equivocado. Pero no era él quien estaba equivocado, sino yo, que solo después de mucho tiempo reconocí mi error respecto de este gran hombre que fue Bolívar.”

Nacido en la ciudad de La Rochelle, en 1773, Bonpland desarrolló una carrera científica muy activa. Realizó viajes de estudio e investigación por México y dondequiera que estuvo recogió ejemplares de plantas que analizó, dándolas a conocer en el Viejo Continente. Recibió también importantes condecoraciones y en Francia se le designó miembro de la Academia de Ciencias. Tuvo una vida larga, de 85 años, pues murió en 1858.

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