Algunos consejos en relación a la anemia

22 de mayo de 2018

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Diana García García

 

 

La anemia es una enfermedad en la que la sangre tiene menos glóbulos rojos de lo normal. También puede presentarse cuando los glóbulos rojos no contienen suficiente hemoglobina.

Existen etapas de la vida en que se es más susceptible a padecer anemia. Este es el caso de los lactantes mayores de 6 meses con una introducción inadecuada de los alimentos y los niños en edades de 3 a 5 años cuyos requerimientos de hierro son elevados. También los adolescentes, por ser esta un período de rápido crecimiento. Las embarazadas, debido a que el feto en desarrollo consume rápidamente las reservas de hierro de la madre. También los ancianos, pues a causa de una deficiente masticación pueden presentar una mala asimilación de los nutrientes.

Los déficits de vitaminas o de hierro en el organismo pueden causar algunos tipos de anemia. Estas deficiencias pueden deberse a una alimentación inadecuada o a ciertas enfermedades o problemas de salud.

Un tipo de anemia muy frecuente es la ferropénica, la causa es causada por la deficiencia de hierro. Bajos niveles de hierro en el organismo casi siempre están condicionados por una dieta pobre en este mineral. Esto es algo muy frecuente en niños que consumen abundantes cantidades de leche y reciben una pobre alimentación.

Erróneamente se piensa que la leche produce anemia, sin embargo el problema radica en que la leche no contiene el hierro necesario para el crecimiento y desarrollo del niño. Por esta causa si un bebé o un niño pequeño toma leche en exceso en lugar de consumir suficientes alimentos ricos en hierro, será más propenso a padecer anemia que otro niño que se alimente con una dieta balanceada acorde a las necesidades de su edad. El exceso de leche puede además dificultar la absorción del hierro de los alimentos.

Para combatir los estados deficitarios pueden ser necesarios algunos cambios en la alimentación y la suplementación con vitaminas y sales de hierro. Entre los suplementos vitamínicos más usados están la vitamina B12 y el ácido fólico. En algunas ocasiones también se indica la vitamina C para favorecer la absorción del hierro en el organismo.

Como norma para la prevención de la anemia a cualquier edad, se recomienda seguir una dieta balanceada en la que se incluyan alimentos ricos en hierro, ácido fólico y vitamina B12. Algunos ejemplos son los vegetales de hojas de color verde oscuro como la espinaca y la acelga, el huevo, el hígado y los frijoles. Así mismo, el correcto aporte de vitamina C puede ser asegurado a través del consumo de frutas como la naranja, la toronja, la mandarina, la guayaba y el melón.