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Algunas propuestas culinarias de poblados mayabequenses

19 de enero de 2023

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Mayabeque

 

Mayabeque, junto a Artemisa, son las dos provincias más jóvenes de la nación cubana. Fueron constituidas en 2010 y aún nos cuesta trabajo encontrarle el pegamento que da el tiempo y el arraigo que definitivamente tiende a eso que se ha dado en llamar “sentido de pertenencia”. Sin embargo, dentro del espacio geográfico de lo que fue recientemente una especie de Habana de extramuros, se encuentran aspectos interesantes para nuestro objetivo, y que en breve, esbozaremos.

Mayabeque se distingue por su carácter agro-industrial. La ganadería vacuna y la siembra de una buena variedad de cultivos de amplio consumo la ubican como suministradora natural de La Habana. En la pesca destaca la captura de estimados crustáceos, especialmente, langosta. Desde la época colonial sus tierras fueron fuente de importantes recursos agropecuarios y de agricultura cañera. En la región se encuentran importantes centros industriales que van desde la extracción de petróleo, fabricación de rones de fama internacional, producción de energía eléctrica, transformación metalúrgica, industria química, y otras de notable influencia en la economía general de la república.

 

Foto de Guillermo Armenteros

Foto de Guillermo Armenteros

 

Una de las especialidades históricas de la zona son las Butifarras del Congo. El origen se sitúa en el pueblo de Catalina de Güines en la primera década del siglo XX y su creador fue Guillermo Armenteros, más conocido por El Congo, quien se estableció en un quiosco en este poblado. Fue inspiración de la popular canción de Ignacio Piñeiro, “Échale salsita”.

 

Mollete

Mollete

 

Otra propuesta antológica son los Molletes en Melena del Sur. Se conoce como mollete un tipo de pan blando, propio del desayuno típico andaluz. En otros países, México por ejemplo, se trata de un pan de miga blanda, tostado, al que se le adicionan diferentes productos, tanto salados como dulces. En Cuba, el mollete de Melena se convirtió en una institución del poblado. Para elaborarlo, se recomienda tener a mano: pan de corteza dura, caldo de pollo, picadillo de res, jamón de pierna, huevos, harina de Castilla y aceite de oliva. Se le extrae la masa al pan y rocía por dentro con caldo de pollo, se introduce el picadillo junto con el jamón molido y se vuelve a taponar con la misma masa extraída. El pan relleno se enharina y cubre con huevo batido, para finalmente freírlo en aceite de oliva bien caliente. Antes de servir se escurre.

Al sur de la provincia se encuentra Batabanó, poblado que en su enlace con la capital del país y con la Isla de Pinos (actualmente Isla de la Juventud), ha forjado tradiciones lejanas que incluyen su gastronomía de platos marineros. Entre ellos sobresalen la afamada Mariscada y la Langosta con piña. El primero es una preparación confeccionada con varios tipos de mariscos (la suma de crustáceos y moluscos comestibles).

En el municipio San José de las Lajas (poblado que funge como capital provincial de Mayabeque) se encuentra un barrio conocido como Jamaica. Éste tomó fama ya hace mucho tiempo por unos panqués de confección muy particular, elaborados allí en un establecimiento ubicado muy cerca de la Carretera Central. Se cuenta que dichos panqués tenían un delicioso sabor a mantequilla y se deshacían en la boca al comerlos. El llamado Panqué de Jamaica, era un émulo de la también famosa barra de panetela conocida como Pan de Caracas, allá por Camagüey.

El poblado mayabequense de Bejucal es reconocido por sus famosas parrandas. De lejos viene en este sitio un platillo que se manifiesta permanentemente en otros territorios del país, aunque adquirió título particular en esta localidad: el frangollo, preparado con plátano verde hervido y majado, zumo de limón y melado de caña.

Hurgando en diversas fuentes que nos puedan llevar a los secretos de la culinaria provincial, Ana Edilia Rivera Hernández, historiadora de la Empresa de Campismo en la región, nos acerca a par de interesantes tipicidades de Jaruco (otro municipio de la provincia). El uno es la confección de un merengue que han dado en llamar Merengue Jaruqueño, elaborado con miel de abejas en lugar de azúcar. El otro, le denominan Dulce de Jaruco, y según nos cuenta, se confecciona desde los tiempos de la colonia, empleando azahares de la naranja de China durante el periodo de florecimiento de la planta.

Para concluir este somero recorrido, nos acercamos a Boca de Jaruco, pueblito de pescadores, ubicado en la desembocadura del rio Jaruco, en la costa norte y cercano a Santa Cruz del Norte. Criadero de ostiones, cangrejos, jaibas, camarones y peces, que facilitan una alabada delicia local conocida como Arroz a la marinera de Boca de Jaruco.

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