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Algunas figuraciones relacionadas con el chocolate

9 de junio de 2022

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chocolate

 

Ciertas hipótesis afirman que el cacao en su forma de chocolate tiene efecto antidepresivo y lo indican en situaciones de desengaño amoroso. En este sentido lo imaginamos como un puente entre las desgarraduras de un bolero lastimero y la anhelada compañía de un amigo sincero y compasivo en las horas amargas del infortunio afectuoso.

 

Se llega a sostener que el chocolate es un compañero útil y necesario para las personas que viven solas. Saborear reposadamente un chocolate caliente en invierno y fresco en los cada vez más calurosos veranos antillanos, es además de un paliativo corporal, un estimulo al rompimiento del cerco que ejerce la soledad.

El chocolate es una importantísima fuente de energía, por su alto contenido en hidratos de carbono y grasas. Es asimismo fuente apreciable de minerales como el hierro, fósforo, magnesio y otros. Este producto se identifica también, de acuerdo a varios estudios de instituciones médicas, con la protección del organismo humano a las enfermedades cardiovasculares y al envejecimiento celular.

El chocolate, en su elevada y admitida jerarquía, se asocia frecuentemente con otros ingredientes considerados exquisiteces para ofrecer deleites terrenales propios de los dioses mitológicos. Frutos secos como la almendra o las nueces, licores policromáticos de alta estima, efluvios insinuantes como la vainilla o la canela, son sólo algunos de los ejemplos que este manjar exquisito proporciona a una gastronomía de excelencia.

El cacao es conocido tempranamente por Cristóbal Colon, pero al igual que otros productos americanos de importancia –el tabaco por ejemplo–, no suscitó su interés y de momento fue dejado pasar de incógnito a través de las desmedidas ambiciones de los conquistadores.

En las civilizaciones mayas y aztecas, el cacao era un producto elitista que consumían las más altas capas sociales. Era común su asociación con el chile o ají picante, propio de sus costumbres alimenticias.

Ciertos chismes históricos –se conocen muchos- recuerdan que: granos seleccionados de cacao eran expuestos a la luz de la luna durante cuatro noches, mientras ese mismo tiempo los labradores mezo americanos dormían separados de sus mujeres para que la noche anterior a la siembra pudieran dar rienda suelta a sus pasiones. Madame du Barry servía chocolate a sus amantes cuando entraban a la alcoba; Casanova lo mezclaba conscientemente con champán para potenciar sus cualidades; Moctezuma invariablemente lo ingería antes de cohabitar con sus innumerables concubinas…

El cacao fue un elemento de suma importancia dentro de las creencias y ritos religiosos de los antiguos habitantes de la América central, privilegiado lugar de su origen. Fue también utilizado como moneda en esa misma civilización. De esa manera se convirtió en la base del sistema monetario de los aztecas. Se afirma que 400 semillas de cacao era el countle, 20 de ellos constituían el xiquipil, y 3 de estos últimos eran denominados como

 

Generalmente los batidos tropicales se confeccionan con frutas, hielo picado, leche, azúcar al gusto y saborizantes como vainilla. Pero son comunes también los batidos elaborados con otros ingredientes conocidos y gustosos, y entre ellos, destaca el de chocolate, que sirve para acompañar una extensa gama de platos convencionales, las llamadas comidas rápidas, dulces y otros fiambres ligeros que se toman al desayuno, en las meriendas o simplemente para reponer energías corporales en cualquier momento del día. Es común el batido elaborado con la recurrente batidora eléctrica que al batir incorpora aire de lo que se obtiene un apetitoso producto espumoso y espeso.

 

Cristina Barros y Marco Buenrostro, en el periódico mexicano La Jornada (28 de diciembre de 2010) nos facilitan agregar par de curiosidades: “Era tal la pasión por el chocolate entre los españoles, que cuando alguien de clase alta moría las personas de menores ingresos, que tenían fuera de su alcance tal bebida, solían decir irónicamente “se despide del mundo y del chocolate”. Unos versos anónimos muestran el valor que se le concedía a la bebida americana hecha con cacao: “En cualquiera imprevenida dolencia/ Que insulta al pecho,/ el chocolate bien hecho/ es el agua de la vida;/ de oro potable bebida/ es antídoto en los males;/ tómenle pues los mortales,/ porque es bebida especiosa,/ dulce, fragante, gustosa/ y en fin de virtudes tales”.

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