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Alcoholismo: ¿una enfermedad?

15 de agosto de 2014

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alcoholismo_200113Según la Sociedad Americana de Medicina de la Adición, y el Consejo Nacional sobre el Alcoholismo y la Dependencia de Drogas, se clasifica el alcoholismo como una enfermedad primaria crónica, con factores genéticos, psicosociales y ambientales que influyen en su desarrollo y sus manifestaciones. Por lo general, esta enfermedad transcurre o evoluciona de forma progresiva y fatal.
El alcoholismo se caracteriza porque la persona tiene una capacidad reducida para controlar la ingestión de bebidas, produciéndose una preocupación obsesiva por el alcohol, por el uso de este, a pesar de sus consecuencias adversas, sobre todo, por los trastornos que puede traer aparejado en el mejor funcionamiento de algunos procesos psíquicos fundamentales como es la memoria, la atención, el pensamiento, así como graves trastornos de la conciencia y del comportamiento.
Una de las características que más sobre sale en estos enfermos, es que no hacen conciencia de la enfermedad, la cual niegan constantemente, sobre todo, cuando se encuentran en estado de embriaguez, pasando con facilidad de estados de euforia y de agresividad en ocasiones, ha estados de depresión, invalidez, frustraciones, todo lo cual afecta su auto estima y su funcionamiento y desarrollo normal, tanto en el orden individual como en el familiar y de su contexto social.
Al existir una negación del problema, lo cual constituye un síntoma muy característico en estos enfermos, tienen tendencia a ser evasivos cuando se les cuestiona acerca de su forma de beber. La no auto percepción de la enfermedad es un síntoma frecuente en este tipo de enfermo, y cuando se le plantea su diagnóstico por parte de los especialistas  o se le sugiere por cualquier persona allegada no profesional, es rechazado y resulta extremadamente difícil hacerlos comprender el diagnóstico de la enfermedad.
Dentro de las personas que todavía no son alcohólicos, se encuentran aquellas que podemos agrupar como riesgo, las cuales no tienen conciencia de su situación, no hay auto percepción del mismo, y por tanto, evaden cualquier sugerencia, convencidos de que están bastante distantes de la enfermedad, y de que nunca llegarán a ser alcohólicos. Cuando un profesional de la salud, hace el diagnóstico de alcoholismo, o de la posibilidad de llegar a serlo, la respuesta siempre será, “Yo no bebo tanto”, “Yo solo bebo los fines de semana”, “Yo no soy un caso tan grave”, o quizás dará alguna excusa para justificar el por qué bebe. La racionalización y la negación son parte de la enfermedad del alcohólico.
Existe con bastante frecuencia, dentro de las personas que abusan del alcohol, y que constituyen riesgo, o ya son alcohólicos, el mal hábito, de buscar a la bebida como forma de evasión de los problemas y conflictos que se le presentan en la vida, independientemente, de que también, hay quienes se inician en esta adicción desde las más tempranas edades, por imitación de los adultos, familiares o  no con los que conviven, otros por falso concepto de hombría, porque, muchas veces, sobre todo, en adultos que abusan del alcohol, tienen la teoría de que el hijo varón, para que sea “bien macho”, “bien hombre”, tiene que saber beber.
Los problemas siempre que se nos presentan debemos clasificarlos, tienen solución, tienen solución a largo plazo, o no tienen solución, y sobre la base de esta clasificación proceder. En ocasiones, muchas personas, acuden al uso de medicamentos o sustancias estimulantes, o como sucede en estos casos que nos ocupa hoy, al alcohol. Esta es otra forma de comenzar a formarse el hábito o la adicción.
Otra fuente, o vía de llegar al alcoholismo, es la frustración, son personas que se trazan metas por encima de sus posibilidades, y cuando les es imposible lograrlas, acuden al alcohol, como vía de escape. Esto también se produce en aquellas personas que no aceptan su verdadera y real forma de pensar, y acuden a la doble moral, porque quizás, no están conforme con su forma de ser o pensar, o tal vez, no responda a lo que la sociedad establece como “normal”, olvidando que dentro de cualquier sociedad, o comunidad de seres humanos, existe la diversidad humana, y las diferentes formas de pensamiento y de proceder.
De forma muy general, estas son las causas que pueden llevar al individuo a la adicción, no solamente del alcohol, sino también de cualquier otro tipo de medicamento, o de sustancia estimulante.
Ahora en realidad, decimos que es una enfermedad crónica que significa o quiere decir,  que no tiene cura, entonces usted podría preguntarse: Si no tiene cura, para que acudir a tratamiento. De ello estaremos comentando la próxima semana.

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