Adolf Bastian

20 de septiembre de 2013

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Leonardo Depestre Catony

Al revisar los trabajos bibliográficos sobre la Cuba del siglo XIX saltan a la vista nombres notables, entre ellos el de Adolf Bastian, erudito que contribuyó con sus trabajos al desarrollo de la etnografía y la antropología.
Primero viajó por Asia, pero a partir de los años setenta, Bastian lo hizo por África y América. Llegó a Cuba cuando en la Isla transcurría la Guerra de los Diez Años, presumiblemente hacia 1875. Para entonces tenía alrededor de 50 años y su obra publicada —en idioma alemán— era ya extensa, aunque la engrosaría con varios volúmenes más.
No se conoce mucho de su paso por Cuba, pero es sabido que se interesó mayormente por los más antiguos pobladores del país y figuró entre quienes en Cuba primero realizaron estudios antropológicos. Estableció comunicación con los habitantes de Baracoa, Yateras y Maisí. Utilizó además las tablas antropométricas de la Sociedad de Prehistoria, Etnología y Antropología de Berlín para las mediciones a los pobladores de Baracoa. Bastian se interesó por conocer la forma de vida y costumbres de las familias descendientes de “indios” nativos, describió sus mujeres y la manera de trabajar el barro. Al científico lo acompañó en estas incursiones por el oriente cubano el cónsul general de Alemania en Santiago de Cuba y director de la Compañía de Hierro Jaraguá William Shuman. Ambos tuvieron el apoyo del arzobispo de Santiago de Cuba, quien pese a su buena voluntad no pudo ofrecer mucha información de los archivos parroquiales más antiguos, consumidos por un incendio.
Nacido en Bremen en 1826, Adolf Bastian hizo estudios universitarios de Derecho y de Biología, también se graduó de Medicina en la Universidad de Praga y en su condición de médico de a bordo viajó por el mundo, experiencias que recogió en tres volúmenes: El hombre en la Historia, aunque todo esto ocurrió antes de su llegada a Cuba.
En sus exploraciones Bastian entró en contacto con civilizaciones que muy pronto serían amenazadas por la intromisión de la civilización occidental y si bien su formación fue la de un científico, tuvo influencias como la del naturalista Alejandro de Humboldt, por lo que se trató de un investigador riguroso, un buscador de la certeza científica debidamente documentada.
Todavía al morir, a los 78 años, el 2 de febrero de 1905 en Puerto España, Trinidad y Tobago, Bastian estaba participando de una exploración por el Caribe, lo cual ilustra acerca de cuán sostenida resultó su labor.