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Adiciones en la adolescencia

19 de julio de 2013

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Habíamos afirmado la semana anterior y esto es algo que todos los que hemos pasado y estamos pasando por la adolescencia podemos reconocer claramente, y es que la adolescencia es el tiempo de probar cosas nuevas, pero quedamos en compartir con ustedes alguna información referente a las múltiples razones por las cuales se puede en esta etapa de la vida el uso del alcohol y otras sustancias aditivas.
Bueno, ya comentamos la semana anterior que una de las causas es satisfacer y a la vez mostrar esa necesidad de que los demás comprendan que ya no somos niños, porque los hombres y las mujeres son los que fuman, los que beben y en el caso de los mas confundidos, consideran que es símbolo de independencia, madurez y adultez el ingerir drogas, pero ya les decía que compartiré algunas de estas razones, talvez usted pueda encontrar otras y cuanto nos gustaría que las comparta con nosotros en ese espacio que siempre aparece al final donde esperamos por sus opiniones y dudas, que puede también esclarecernos si desea que se haga publica su comunicación o no, e incluso, si no quiere revelar su identidad puede utilizar un seudónimo y no decir su nombre real, lo importante es que no se queda ni con sus dudas ni con sus experiencias sobre el tema.
Una de las primeras razones que debemos hacer notar, es que en la adolescencia hay una necesidad mantenida e intensa de conocer lo nuevo y entonces podemos por curiosidad, por entrar en lo supuestamente novedoso o de moda, intentar probar, no porque sintamos la necesidad, solo por curiosidad.
Están los que han escuchado decir que con la ingestión de alcohol o de drogas o fumándose un tabaco o tomando algunos medicamentos se pueden sentir bien, plenos, fortalecidos, además de los que los utilizan como sobre estimulación para los ejercicios físicos, otros para reducir el estrés, sin olvidar los que lo hacen para sentirse personas adultas o para pertenecer a un grupo. Y quiero detenerme en esto de pertenecer a un grupo.
Cuando somos adolescentes podemos ser rechazados por el grupo ya sea el de vecindad, es decir el extra escolar o el de la escuela, y es una necesidad imprescindible e insustituible el pertenece a un colectivo de iguales en estas edades, por lo que podemos ser capaces cuando estamos en esta etapa de la vidas, de renunciar e ir en contra d todo con tal de logrear un lugar, un espacio dentro de ese colectivo y hay ocasiones en que para lograrlo se nos puede imponer la práctica de alguna adición, y es aquí cuando debemos utilizar ese afán de se querer ser personas maduras y adultas, y si tenemos dudas acercarnos a nuestros padres, maestros, entrenadores, instructores o confesores, para corroborar si es cierto y adecuado lo que nos proponen o las condiciones que nos  impone ese grupo al cual estamos aspirando pertenecer. Esto nos ayuda a comprender que en ocasiones es peor el remedio que la enfermedad, y digo esto, porque es mejor no pertenecer a ese colectivo, independientemente de la importancia que puede tener para nosotros en estas edades que caer en una adición. Ya de por si, si es esta una condición que se nos impone o que nos auto imponemos, es señal de que ese grupo o colectivo no es el mas recomendable.
Ahora bien, independientemente de ser esta edad de aprendizaje de la vida y de todo lo que nos rodea, pueden existir otras circunstancias que nos  pueden llevar a correr mayor riesgo en esto de la prueba del alcohol, el tabaco, u otras sustancias aditivas, ya sea por curiosidad o por otras razones y aquí hablamos de aquellos que tienen como premisa un historial familiar de abuso de sustancias, los que andan deprimidos y con marcados y permanentes estados de ansiedad y con situaciones desesperantes, razonadas o no, pero que andan con estados depresivos – ansiosos, aquellos que pueden estar sintiendo poco amor hacia si mismos, es decir muy bajos niveles de auto estima,  que no pertenecen a ningún colectivo de iguales, que se sienten rechazos, obviados por todos, incluyendo a sus seres queridos cercanos, y lo mas importante, y anotemos esta ultima razón con letras grandes, aquellos que no han sido capaces de un acercamiento a sus padres y adultos cercanos, con o sin razón, y que no se han  percatado que existen especialistas como es el siempre aterrado psicólogo o psiquiatra, que en realidad debemos acabar con ese mito de que solo debemos ir en busca de ellos cuando como decimos popularmente “estamos locos” y eliminar de nuestras concepciones eso de que: “Yo no estoy loco para ir a un psiquiatra o a un psicólogo”,
El uso de las drogas y el alcohol está asociado con una variedad de consecuencias negativas, que incluyen el aumento en el riesgo del uso serio de drogas más tarde en la vida, el fracaso escolar, el mal juicio que puede exponer a los adolescentes al riesgo de accidentes, violencia, relaciones sexuales no planificadas y arriesgadas e incluso hasta  el suicidio.
Hay una serie de  síntomas que nos pueden alertar que tanto nosotros mismos, como un amigo, o un  hijo, un hermano o un compañerito de aula o del barrio están sometidos a una adición, pero de ellas conversaremos la semana que viene.

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