¿A qué llamar novedades terapéuticas?

10 de agosto de 2014

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Diana García García

En su largo camino hacia la etapa de la comercialización, el desarrollo de nuevas sustancias terapéuticas es una tarea difícil, costosa y nunca exenta de numerosos tropiezos que pueden incluso llevar al fracaso del proyecto.
A pesar de estos inconvenientes, constantemente los científicos e investigadores insisten en la búsqueda incesante de nuevos principios activos, obtenidos cada vez más a través de novísimos métodos de síntesis con el propósito de lograr alternativas terapéuticas más seguras para tratamientos conocidos, e incluso solucionar problemas de salud para los que todavía no existe ningún tratamiento.
A pesar de lo beneficioso de este empeño por descubrir nuevas moléculas terapéuticas, existe un fenómeno que se ha venido observando en los últimos años que son los descubrimientos que en efecto son novedades terapéuticas y otros que son simples derivaciones de una molécula original, sin ningún aporte de seguridad o verdadero avance terapéutico.
El tema es controvertido y polémico, ya que en él entran a jugar diversos factores, entre los que tienen gran peso aquellos relacionados con los intereses lucrativos de las compañías farmacéuticas.
Es usual observar entre los distintos grupos farmacológicos la existencia de moléculas llamadas “cabeza de serie”, las cuales definen y caracterizan el comportamiento de los restantes integrantes del grupo, surgidos a partir de ella. Estos últimos apenas difieren de la molécula originaria y poseen semejantes características químicas y mecanismo de acción farmacológica. En estos casos es muy frecuente emplear el término “me too” para hacer referencia a este tipo de medicamentos.
Cuando en un grupo farmacológico surge una nueva molécula capaz de introducir alguna mejora o avance respecto al cabeza de serie que lo precedió, se le considera al fármaco como una novedad terapéutica.
Este avance puede estar dado por una mayor seguridad debido a la reducción de efectos adversos, un mayor tiempo de vida media o una mayor efectividad de la nueva molécula, comparado con su antecesor de igual grupo farmacológico.
La mayoría de las innovaciones que se introducen al mercado en la actualidad no traen aparejado ningún nuevo aporte o son insuficientes. No obstante, este fenómeno se relaciona estrechamente con el proceso de expiración de las patentes, el cual impulsa a las compañías farmacéuticas a “lanzar” constantemente nuevos productos obtenidos a partir de sutiles modificaciones de moléculas lideres, en los que muchas veces solo resulta incrementado el precio del nuevo medicamento.