ribbon

170 años de José Martí: El delegado se apresta para la insurrección

6 de noviembre de 2023

|

 

Serafin.

Serafín Sánchez

 

Las cartas martianas a los patriotas emigrados involucrados en los preparativos del estallido de la guerra necesaria en Cuba nos indican que el Delegado apreciaba cercano su inicio desde fines del verano de 1893. Desde luego, esa correspondencia apenas si deja una que otra observación directa al respecto pues Martí, buen conspirador, no deseaba dar indicios que pudieran alertar al gobierno colonial.

A Serafín Sánchez, residente en Cayo Hueso, y persona muy allegada al, general Máximo Gómez, electo General en Jefe del futuro Ejército Libertador, solía mantenerlo al tanto de los avances hacia el estallido armado. Sin embargo, tras escribirle el 27 de septiembre, se mantuvo todo octubre sin enviarle nuevas líneas. La madrugada del 7 de noviembre fue que preparó una carta para Sánchez actualizándolo al respecto. En ella comienza por narrarle que en la redacción del New York Herald supo del alzamiento de varios patriotas en la zona villareña, quienes, derrotados, se refugiaron en una zona montuosa. Y le añade que ello le ha decidido a viajar a República Dominicana para reunirse con Gómez.

Le aclara Martí a Sánchez acerca de su silencio por tantas semanas: “Lo quiero mucho para callarle impresiones que tampoco le podía decir, a lo menos mientras me durase la amargura.” Le expresa su análisis de la situación respecto a los planes insurreccionales; “Creo en este instante que las partidas están alzadas. Creo que les será imposible sostenerse sin el Oriente y Camagüey. El Oriente, sobre todo, se alzaría si se le dice, y conforme él desea ansioso.” Pero Martí decidió ir a Gómez precisamente por su creencia de que los patriotas orientales esperaban la pronta llegada de Gómez “conforme a nuestros arreglos y promesas, y yodada la delicadeza especial de mi situación, y el tiempo y forma—más a mi juicio de los necesarios y que Gómez cree necesario para entendimientos, que yo he dejado hechos con Maceo…” Pero en respeto el Delegado señala: “no oso autorizar el levantamiento, hasta no ver de nuevo a Gómez.” Martí expresa, además, su respeto por los ya alzados, aunque no esperaran por las órdenes de la dirección: “Si estos bravos han sido infelices, volaré a Gómez, en cuanto conozca los detalles de la situación. Si no, tal vez con esta misma carta, iré a verlo a Vd.—iré al Cayo por unas cuantas horas, a ver más de cerca que de aquí y a ver qué resolvemos.”

 

Óleo de Francisco Rodríguez que representa al Mayor General Serafín Sánchez.

Óleo de Francisco Rodríguez que representa al Mayor General Serafín Sánchez.

 

Es de apreciar la cuidadosa conducta que Martí se impone en cuanto a respetar la autoridad del General en Jefe quien había insistido en preparar más condiciones de las que había ya Martí considerado suficientes. Y cierra con excusas a Sánchez: “¡Y yo que todo lo preví en tiempo, y fijé el plazo, y quise y pude tenerlo concertado todo! Pero no, había que esperar.” Y termina aclarando la razón de su largo silencio con Sánchez: “Ese fue mi silencio, Serafín: sinceridad y dolor.” He ahí un ejemplo más de la altura moral del liderazgo martiano.

Galería de Imágenes

Comentarios