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Abolengo indiscutido de los habanos Cohíba

6 de mayo de 2021

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habanos Cohiba

Es ampliamente conocido que la excelencia de los habanos hechos a mano le ha correspondido a Cuba. Evidentemente, existe un estándar, escrito o no, para dignificar la calidad de cada pieza y son los cosecheros o vegueros, los expertos fabricantes, mas los fumadores exigentes y conocedores, cuyas opiniones repercuten en las publicaciones especializadas que a la larga establecen esas normas o criterios, por los cuales se lleva el mercado para cotizar en menor o mayor altura la calidad del producto.

En algún momento se le ha aplicado rigurosamente esta encuesta al habano Cohíba, con la coincidencia total de todos los participantes con autoridad formal y moral para opinar y adjudicar la pretendida categoría de excelencia, dando como resultado que cada una de sus piezas, es valorizada en una escala que sobrepasa por mucho la media.

Eduardo Rivera, uno de los principales creadores de elaboración de los Cohíba (en el libro Retratos a mano se le cataloga como el creador), cuenta que había aprendido el oficio de torcedor antes de finalizar la década de los cincuenta y acostumbraba preparar su fuma personal combinando hojas de alta calidad. En cierta ocasión se le ocurrió la idea de fermentar las hojas por tercera vez para darle más sabor, de lo cual surgió un novedoso y exquisito producto. Después de 1959, regalaba piezas de esta calidad a un cercano familiar miembro de la escolta del Comandante Fidel Castro. Para esa fecha el líder cubano aún fumaba habanos y percibió el aroma particular de esta hechura y la probó, quedando asombrado por la exquisita calidad de la misma y a partir de aquel momento apadrinó la creación de una instalación que en una reducida escala las fabricara. En 1966, discretamente se estableció una pequeña fábrica para elaborarlos en el lugar llamado El Laguito al oeste de La Habana, con un destino inicial no muy ambicioso y que solo ocupaba la esfera de las necesidades protocolares de la diplomacia cubana.

Cuenta el mismo Eduardo Rivera que el nombre, rememorando la terminología aborigen, se le debe a Celia Sánchez, que por esos tiempos hacía las funciones de secretaria o ayudante personal del jefe de la Revolución Cubana. En la versión incluida en esta difundida fuente de información, nos adiciona que el entonces Ministro de Industrias era el Comandante Ernesto Guevara -Che- quien seleccionó un selecto grupo de expertos torcedores con el fin de que se incorporaran a la fabricación de la nueva y sensacional marca de habanos, destacando entre los iniciadores a Avelino Lara, coordinador del comité de selección y al ya mencionado Ernesto Rivera.

El propio Che, años antes, en 1956, a partir de su vinculación con los revolucionarios cubanos en México, se enroló en la costumbre de fumar habanos. En este sentido es conocida una anécdota que tiene que ver con su inclinación por este hábito. Concluida la guerra contra el dictador Fulgencio Batista, el Che ocupó importantes cargos en un breve espacio de tiempo y es antológica la pasión que ponía en todos sus empeños, máxime si se tiene en cuenta que las tareas asignadas eran prácticamente nuevas para él, médico graduado. Para el momento, era común encontrarlo con un habano entre sus manos, en la profusión de fotos que obsesivamente le tomaban fotógrafos de aquí y allá. Los médicos allegados se preocupaban por  su salud considerando que era un asmático que padecía de fuertes crisis, -Está bien, solo fumaré un tabaco diariamente- se cuenta que prometió. Y al día siguiente acudió al trabajo cumpliendo su palabra con un habano ¡de un metro de largo!

Lentamente los habanos Cohíba levantaron vuelo y se fueron conociendo en el selecto mundo tabacalero. Elaborados totalmente a mano, en 1982 la marca fue introducida en el mercado con una llamada Línea Clásica y pronto se convirtió en el ejemplar más altamente cotizado de esta industria a escala universal. Para 1992 ya los Cohíba eran un suceso sin marcha atrás y para la fecha lanzan al mercado la Línea 1492 en conmemoración del quinto centenario del llamado Descubrimiento de América.

Las hojas para la confección de los habanos Cohíba son evidentemente muy especiales. Para ello se utilizan las hojas de ciertas vegas finas excepcionalmente escogidas en la zona de Vuelta Abajo. La enciclopedia popular cubana (ECURED) nos los presenta como “puros Habanos de la máxima calidad, con corpulencia y pleno sabor, muy aromáticos, elaborados con el mayor de los cuidados y con una escrupulosa atención al detalle…. Los Cohíba emplean tabaco procedente de la vega “El Corojo”, en la zona de Vuelta Abajo, en Pinar del Río, que produce las capas más finas. Esta vega produce una capa suave de textura fina y colores claros. Respecto a la tripa, utilizan las mejores hojas de las mejores vegas finas de sol de Pinar del Río, de San Luis y de San Juan y Martínez, en Vuelta Abajo. Finalmente, una característica de Cohíba es la denominada “tercera fermentación”, un proceso especial con una leve fermentación junto con un añejamiento”.

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