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Bolsonaro, narcisista

30 de marzo de 2021

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Al presidente de Brasil, Jair Bollonado, se le puede comparar con el protagonista masculino de la recién finalizada temporada de la serie The Ungoing, que con el nombre La Ruina trasmitió el canal cubano Multivisión:

Asesina sin remordimiento, no se responsabiliza ni con la muerte de una hermanita de cuatro años, debido a su negligencia.

En la trama, su situación siquiátrica es señalada como un tipo de narcisismo, con una irresponsabilidad que se multiplica muchas, muchas veces por el actual mandatario brasileño, quién se mantiene impertérrito ante una mal atendida epidemia del nuevo coronavirus, con diferentes cepas, que ya ha dado muerte a más de 300 000 de sus compatriotas, 3 600 este 26 de marzo, record, con más de 84 000 infestados en un día, también una marca.

Pero esta COVID-19 mata en Brasil a cualquier persona, no importa la edad que tenga, y ya muchos menores de 20 años han perecido.

Sn dudas es su responsabilidad la falta de medidas para enfrentar al mal, como la carencia de insumos, principalmente de ventiladores, con hospitales virtualmente colapsados en los que muy pocos salen con vida.

Fue víctima dos veces de la epidemia, por no usar nasobuco ni asearse adecuadamente; despidió sucesivamente a tres ministros de Salud, porque estos intentaron confinar a la población para evitar males mayores.

Sin dudas es el principal responsable de lo acontecido con la epidemia, de las muertes que se podían haber evitado, si hubiera prestado atención a las medidas de seguridad, si no hubiera combatido y hasta impedido el necesario aislamiento, si personalmente hubiera dado el ejemplo.

Por eso no es nada extraño que los brasileños echen la merecida culpa a Bolsonaro por la crisis económica y sanitaria, por las malas políticas aplicadas o las que por desidia no aplicó, lo cual ayudó a extender la pandemia.

Dejó extensas regiones sin atención, culpó a gobernadores que decretaron el confinamiento y pidieron ayuda al exterior, sobre todo con quien recibió ventiladores de la Venezuela bloqueada y asediada por Estados Unidos y la contrarrevolución regional.

El periódico O Estado de Sao Paulo indicó que Jair se dedicó a crear un clima de confrontación, al equiparar el toque de queda con un estado de sitio, poniendo en ridículo las facultades presidenciales, al decir que ese tipo de medida sólo puede tomarlo él, y habló del ejército como si fuera su milicia privada.

Mucho queda por decir, y nada bueno, sobre este personaje que desgobierna a un pueblo que desprecia, sobre este narcisista consumado, porque para él, él solo vale.

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