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Lo inmoral de una política

19 de enero de 2021

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Aunque con resultados contradictorios, se dice que la concesión a entidades privadas del control de parte de las cárceles en Estados Unidos ha mejorado la vida del recluso, facilitándoles labores con sueldos, mejor alimentación y un trato adecuado por las autoridades.

Pero no todo es así, y se puede indicar que en la mayor parte de los reclusorios se realizan huelgas de hambre en protesta por las detenciones y torturas de que son víctimas los presos, cuestión que se agrava por la inadecuada atención a la epidemia de la COVID-19, que hace estragos entre los penitentes.

Lamentablemente no tengo cifras actuales de lo que está sucediendo en estos momentos en el país, donde los presos afroamericanos son la mayoría, pero trascendió que la situación es particularmente grave en el estado de California.

Allí, los reclusos han realizado huelgas para pedir que se dejen sin efecto las detenciones en las oscuras y siniestras celdas de aislamiento y la colocación de jaulas de alambre en los patios.

Un informe de Amnistía Internacional –nada sospechosa de estar contra el sistema– dice que las normas internacionales de reclusión se están incumpliendo en el estado de California, y los funcionarios estaduales ocultan las razones de varios suicidios en las unidades de aislamiento.

Quizás usted recuerde el caso de Alex Machado, encarcelado en 1999, que se suicidó después de ser colocado en confinamiento solitario en la prisión estatal de Pelican Bay.

Allí, en confinamiento solitario, empezó a desmoronarse psicológicamente. se le mantenía despierto y no se le higienizaba.

California tiene más suicidios de presos que cualquier otro estado, un número que va en aumento aun cuando su población reclusa disminuye. Casi la mitad de esas muertes ocurrieron en las células de la segregación del sistema.

 

Asfixiante

Otro reporte de Amnistía Internacional muestra que no se cumplen las condiciones en materia de trato humano. “Es asfixiante”, dijo T. Murphy, un observador de la entidad, que tuvo acceso inusual a las unidades de aislamiento en Pelican Bay y otras dos prisiones del estado.

Pero los funcionarios del Departamento californiano de Corrección y Rehabilitación insistieron que en las unidades de seguridad “siguen el estándar nacional. Son limpias y segura”.

Actualmente hay unos 5 000 presos que viven en unidades de seguridad en California. y miles más en similares de segregación administrativa.

Las ventanas 7×12 pies de las células en Pelican Bay superan los estándares internacionales de espacio para un solo recluso. La única manera de salir es a través de una puerta de acero perforado que da a un muro de hormigón.

A excepción de un número indeterminado de presos que tienen compañeros de celda, no hay ningún contacto con otros reclusos y poca interacción con los guardias. Son controlados a través de cámaras de circuito cerrado, abren puertas con interruptores remotos y empujan la comida a través de ranuras.

Estos presos separados del resto no tienen acceso a programas de rehabilitación, y se les permite ejercitar 90 minutos al día, en el interior de una habitación de hormigón a través del cual se ve un trozo de cielo visible a 20 metros de altura.

De acuerdo con funcionarios estatales, la estancia media en régimen de aislamiento es entre 6 y 8 años.

Sin embargo, Amnistía Internacional informó que al menos 500 presos han pasado más de 10 años en aislamiento, así como 78 internos han sido segregados por más de 20 años.

Y esto es sólo en California, ignorándose si las condiciones son peores en otras partes de la nación.

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