Desarrollo de la cubertería
28 de enero de 2021
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La cubertería es un concepto que se refiere a los utensilios de uso manual utilizados comúnmente en el proceso de servicio e ingestión de los alimentos. Las particularidades prácticas de los utensilios en si o su manejo, varían en dependencia de la sociedad que representan. Así tenemos, por ejemplo, que mientras para las conocidas como sociedades occidentales el cuchillo, la cuchara y el tenedor son los instrumentos básicos de la cubertería, en las sociedades asiáticas estos serán la cuchara y los palillos para comer. En estos dos grandes grupos se alinean los utensilios y formas visibles de la cubertería moderna.
Desde las épocas primitivas el hombre procuró medios que le ayudaran a llevarse los alimentos a la boca. De esta manera surgieron las ofertas naturales con el aprovechamiento de cáscaras duras de ciertos frutos para trasegar los líquidos, o los pedernales afilados para cortar los sólidos. Con el paso del tiempo, estos instrumentos se perfeccionaban. No fue hasta el Medioevo que circunstancial y cotidianamente aparecieron en las comidas de los privilegiados; primero el cuchillo que provenía del instrumental de caza o de cocina y después la cuchara. Aún en esos tiempos, las manos era el auxiliar preferido en todas las capas sociales, pero fundamentalmente en las populares. .
A partir del Renacimiento comienza una impetuosa transformación de la cubertería. La cuchara circular da paso a la cuchara oval, el cuchillo de mesa se establece como norma y una especie de trinchante usado hasta entonces se trasforma en el tenedor de varios dientes. Las herramientas de mesa se entronizan como elementos de lujo y reflejo de la clase social portadora. Surgen entonces las piezas de metales preciosos, con grabados de títulos y blasones de alcurnia. El renacentismo florentino traslada estas costumbres de utilidad diaria –dentro de una marcada magnificencia y esplendor– hacia Francia y desde allí se proyecta al resto del mundo occidental.
En la región asiática utilizaban los palillos y cucharas desde mucho tiempo atrás. Y aunque eran empleados por todas las capas sociales como algo cotidiano, las decoraciones y suntuosidad de los avíos de las clases acaudaladas no estaban lejos de las exhibidas por los europeos. La América nueva participaba como receptora de costumbres y medios de los conquistadores.
De la exclusividad y la ostentación, la cubertería se hizo utilitaria. La industria introdujo modelos y materiales más económicos y asequibles. Se multiplicaron los artificios –cubiertos con diferentes usos específicos y nuevos objetos manuales– que aumentaron las necesidades acostumbradas e hicieron más complicadas las reglas formales de conducta en la mesa. Aparecieron cazos, coladores, tijeras o pinzas; a partir de los instrumentos básicos surgieron otros para necesidades específicas: tales como para los postres, o tomar y maniobrar frutas, pescados, mantequilla o ensaladas.
Cercanamente, en el siglo XX, se abrió paso en gran escala el empleo del acero inoxidable para los instrumentos de la cubertería apelando a las bondades de limpieza y salubridad de éste material, a la vez que se entronizaba universalmente la simplificación estética de los variados ejemplares tradicionales, e incluso, de los más recientes que cada día engrosan significativamente su universo. La irrupción masiva de la industria de los plásticos en la vida de la población mundial ha tenido su impacto no menor como material propio de la fabricación de la extensa cubertería moderna. Comúnmente, en este último caso, los ejemplares producidos con ese material son dedicados en lo fundamental a la rama de la gastronomía popular conocida como comida rápida, alejándose de los servicios de mesa, domésticos o públicos.
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