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Advertencia china…

12 de enero de 2021

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China lo había advertido, respecto a la política norteamericana contra la nación asiática de que Estados Unidos insiste en «jugar con fuego y se puede quemar».

Tales declaraciones tienen que ver con las reiteradas provocaciones del gobierno decadente de Donald Trump sobre Taiwán, isla con un estatus concebido en la resolución política de Pekín de «una sola China» y que goza de todas las garantías para ello, y que Washington se empeña en torpedear deliberadamente.

Con sus pies más fuera que dentro del Departamento de Estado, su titular, Mike Pompeo, insiste en seguir la retórica provocadora de su amo, y acaba de decidir «levantar todas las restricciones a la cooperación estadounidense con Taiwán», a espaldas de China.

«Sólo hay una China en el mundo y Taiwán es parte inseparable de China. Este es un reconocimiento común de los chinos de tanto dentro y como fuera del país, y también es un hecho reconocido por la Organización de las Naciones Unidas y la abrumadora mayoría de los países del mundo», se ha advertido en forma reiterada por las autoridades de la nación asiática.

Lo que ocurre ahora, a solo 9 días de que concluya el mandato de la administración Trump, es una provocación más contra el gigante asiático, más que todo para dejar enrarecidos los vínculos bilaterales una vez que asuma el gobierno de Biden.

Estados Unidos, además de su retorica política anti-China, es el principal suministrador de armas a Taiwán, y se empeña en fortalecer una relación con ese territorio, a espaldas de las autoridades chinas que reiteradamente han advertido del peligro de esa política hostil.

En ese contexto, también el departamento de Estado ha programado una visita a Taiwán de la embajadora ante la ONU, Kelly Craft, prevista para esta semana, y que ha sido rechazada enfáticamente por China en un comunicado de de su misión ante la ONU, que «urge a que Estados Unidos detenga su loca provocación, a no crear nuevas dificultades en las relaciones China-EE.UU y en la cooperación de los dos países en Naciones Unidas y a dejar de avanzar por el camino equivocado».

Lo que hace la ya decadente administración Trump en días en que deben estar recogiendo los trapos y quizás escondiendo papeles comprometedores, antes de ser sacados del gobierno, tiene como cínico objetivo minar el terreno de la política y las relaciones internacionales, de manera que Joe Biden se enfrente a un escenario complicado, al menos en el primer año de su mandato demócrata.

Veremos qué pasará en estos pocos días que separan la investidura de uno y la salida del otro, en este último caso —el de Trump— con su ego herido y su arrogancia hecha pedazos.

Frentes hay muchos abiertos, lo mismo contra China que contra Irán, respecto a Cuba o a Venezuela, en Siria o Afganistán, y, salvo una aventura trumpista de última hora, quedarán como asuntos pendientes para los nuevos inquilinos de la Casa Blanca, el Departamento de Estado y el Pentágono.

Esa pretender ser la despedida de Donald Trump, Mike Pompeo y sus más cercanos colaboradores.

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