Oda a la cultura cubana en el Centro Histórico

20 de octubre de 2020

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Elaine Caballero Sabugueiro

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Cuba, Cultura, Día de la Cultura Cubana, Oficina del Historiador de La Habana, Palacio del Segundo Cabo

 

 

Justo en las afueras del Museo de la Ciudad de La Habana tuvo lugar la actividad provincial por el Día de la Cultura Cubana, a celebrarse cada 20 de octubre como un homenaje a las tradiciones patrias que han hecho de la Mayor de las Antillas, un destino de arte, ciencia y múltiples culturas.

 

 

Como se trata también de una cita con la historia, el Msc. José Antonio Pérez Martínez, autor del libro El Himno Nacional de Cuba, habló sobre la presencia de Perucho Figueredo en La Habana. En sus primeras palabras recordó el Decreto 74 promulgado por el Consejo de Ministros y firmado por el Comandante en Fidel Castro Ruz el 22 de agosto de 1980, donde se reconoce al 20 de octubre como el Día de la Cultura Cubana, así como el Himno de Bayamo la primera obra de la cultura en armas, “y por tanto a Pedro Figueredo Cisneros (Perucho) el primer artista de la Revolución”.

Dentro de su quehacer, el también historiador ha dedicado más de 30 años de su vida al estudio del Himno Nacional, con el propósito de divulgar su proceso histórico, además de corroborar las diversas versiones existentes y corregir las falsificaciones de su letra e imprecisiones o errores repetidos con el tiempo.

 

 

Con respecto al contenido del volumen, el escritor afirmó en el encuentro: “La veracidad de los argumentos y criterios expuestos son apoyados por fotocopias de diversos materiales que aparecen en anexos”.

En un segundo momento, Pérez Martínez comentó acerca de los vínculos de Perucho con la capital del país, en tres ocasiones. Su primera experiencia en la antigua villa de San Cristóbal sucedió cuando viajó con su padre para matricular a inicios de 1830 en el colegio San Cristóbal de La Habana, erigido en calzada de Infanta y Estévez. Al respecto precisa el investigador: “No fue en 1834 como refieren algunas síntesis biográficas y crónicas dedicadas al patriota”. Luego empieza la licenciatura en la Universidad de San Gerónimo de La Habana en Derecho Civil en 1835, “según reza en su expediente universitario y no en 1838 como se ha publicado en varios trabajos”.

 

 

Años más tarde, en 1854, varios bayameses son deportados por manifestaciones contra el gobierno de la metrópoli, entre ellos Pedro Figueredo, quien reside en la capital y desarrolla una vida artística hasta 1858, cuando vuelve a su ciudad natal. Por último regresa a La Habana, una década después, en 1868, para establecer contactos con los habaneros simpatizantes de la insurrección.

 

Entresijos de la historia

 

En una fecha como la del 20 de Octubre es preciso retornar al Apóstol como una de las expresiones máximas de cultura. Esta vez, la Msc. Dioelis Delgado, directora de la Casa Natal de José Martí, profundizó en los nexos que unieron al autor de los Versos Sencillos con el Padre de la Patria.

 

 

En vida, Martí adquiere en 1895 la escarapela del Primer Presidente de la República en Armas por regalo del secretario de Céspedes, Francisco Figueredo Socarrás, conservada en la actualidad en la Casa Natal del Héroe Nacional. Ambas figuras se conocieron en los preparativos para la llamada Guerra Necesaria.

“Existen unas cartas cruzadas entre Jiménez de Sandoval, el coronel que dirigió las tropas en el momento de la caída en combate de Martí y Enrique Ubieta, un español que se había quedado a vivir en Cuba y había sido oficial en esa guerra. En esas cartas de 1901, Ubieta le pide a Sandoval las pertenencias de Martí”, expresó Dioelis Delgado.

 

 

“Ya desde entonces, añadió la historiadora, unos americanos habían pedido a Jiménez Sandoval pertenencias de Martí para, posiblemente, entregarlas a algún museo. Este solicitó una cantidad de dinero enorme con el objetivo de que se ahuyentaran, eso se lo comenta en la carta a Enrique Ubieta”.

Sucede que Ubieta halló la escarapela de Céspedes conservada por Martí en un bolsillo de la camisa del más universal de los cubanos. Por otra parte, existen diferentes obras, aún sin pertenecer a Cuba, como el revólver de Martí llevado el día de su caída en combate, un regalo de Panchito Gómez Toro, así como el reloj de oro del prestigioso habanero, del cual solo se tiene la leontina.

El encuentro finalizó con un video del Historiador de la Ciudad de La Habana, Doctor Eusebio Leal Spengler, quien ofreció detalles sobre la Bandera Cubana y sus memorias: “¿Quién elaboró la bandera que trazó luego Miguel Teurbe Tolón con sus facilidades para el dibujo? El ilustre matancero  estaba casado con su doble prima hermana, Emilia Teurbe Tolón. Fue Emilia, a partir del ideal de López, del diseño de su esposo Miguel, la que bordó la primera bandera de Céspedes. Esa es la primera bandera de Cuba, su primera representación (…) Todo se va como imbricando en un hermoso tejido”.

 

 

Asistieron al acto por el Día de la Cultura Cubana, Liudmila Álamo Dueñas, miembro del Buró Provincial del Partido Comunista de Cuba; Tatiana Viera Hernández, coordinadora de tareas del gobierno en La Habana; Santa Miralis Ricardo Tamayo, director provincial de Cultura; Andrés Zaldívar, presidente de la Unión de Historiadores de La Habana; Yoel Cordoví, presidente del Instituto de Historia, así como directivos de la Oficina del Historiador de la Ciudad, del municipio de La Habana Vieja además de estudiantes e historiadores, entre otros funcionarios del gobierno.