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Provocaciones electorales desde el Comando Sur

20 de julio de 2020

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No es nada casual que a partir del mitin electoral efectuado por Donald Trump en la sede del Comando Sur en Miami la pasada semana, se hayan intensificado las provocaciones surgidas desde ese mando militar intervencionista con respecto a la integridad territorial y los límites marítimos de la República Bolivariana de Venezuela.

Esta visita electorera de Trump a la Florida tuvo, entre otras, la característica de que el mandatario no dijo ni una palabra acerca de la mortal pandemia de la COVID 19 que tiene precisamente en ese Estado sureño de Estados Unidos a su epicentro actual y en Miami a su epicentro mayor dentro del citado Estado.

Tampoco pudo ser casual ese silencio, sino una sucia maniobra premeditada por el mandatario, que se hunde en la absoluta criminalidad, irresponsabilidad y negligencia al pretender ignorar esta tragedia y carga alegremente sobre sus hombros, hasta el momento, más de 130 mil cadáveres de ciudadanos estadounidenses que han perdido la vida en cuatro meses como consecuencia de la tozudez e ignorancia de quién -según se ha evidenciado-, no posee siquiera las condiciones mínimas para conducir de manera sensata, lógica y equilibrada los destinos de una nación tan poderosa y decisiva para su propio destino y el de la humanidad.

Por otra parte, no son pocos los observadores que ya han señalado como un hecho sin precedentes en la historia de esa nación y violatorio de sus propios preceptos constitucionales -que establecen la condición no partidista de sus fuerzas armadas-, la utilización como tribuna politiquera y reeleccionista de la sede de un comando militar, de la forma escandalosa en que lo hizo el actual inquilino de la Casa Blanca.

Altos jefes militares en retiro, como el ex secretario de defensa James Matis y el ex jefe de gabinete presidencial, John Kelly, ya se han encargado de expresar la opinión de una vertiente nada despreciable del estamento militar acerca de Trump y su nefasto mandato para el país y el mundo, que no debería repetirse para bien de todos.

Ante el declinar en las encuestas, la búsqueda desesperada del voto de los militares y sus familiares parece llevar al obsesionado candidato reeleccionista hasta extremos como el antes mencionado sin tener en cuenta que sus resultados pueden ser contraproducentes, al exhibir de manera tan grotesca sus verdaderos propósitos.

Venezuela, como es habitual, ha respondido a esas provocaciones más recientes de manera firme pero serena. No se dejará arrastrar por provocaciones de este tipo, pero tampoco rehuirá el enfrentamiento a cualquier contingencia que el enloquecido mandatario yanqui y sus cómplices le quieran imponer, en medio del peligroso camino que queda por transitar entre hoy y las elecciones de noviembre en EE.UU.

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