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José Martí y su artículo “Sobre los oficios de la “alabanza”

3 de abril de 2020

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"Monte soy", 1979 Ever Fonseca

“Monte soy”, 1979
Ever Fonseca

 

El tres de abril de 1892  José Martí publicó en el periódico Patria el trabajo que tituló “Sobre los oficios de la alabanza” en el cual planteó un principio que mantiene plena vigencia al detallar cómo concebía la relación entre los seres humanos.

Al respecto  patentizó que la generosidad congrega a los  hombres, y la aspereza los aparta. Añadió que el elogio oportuno fomenta el mérito; y la falta de elogio oportuno lo desanima.

Martí resaltó, además, que solo el corazón heroico puede prescindir de la aprobación humana y que la falta de aprobación mina el mismo corazón heroico.

En forma metafórica planteó que el velero de mejor madera cubre más millas cuando lleva el viento con las velas que cuando lo lleva contra las velas.

Aseguró que la adulación es vil y que resultaba necesaria la alabanza.

Y seguidamente hizo una importante reflexión al exponer: “La alabanza justa regocija al hombre bueno, y molesta al envidioso. La alabanza injusta daña a quien la recibe: daña más a quien la hace. La alabanza excesiva repugna con razón al ánimo viril.”

Martí igualmente manifestó que los que desean toda la alabanza para sí, se enojan de ver repartida la alabanza entre los demás y agregó que el vicio tiene tantos cómplices en el mundo, que es necesario que tenga algunos cómplices la virtud.

Y añadió: “Se puede ser, y se debe ser cómplice de la virtud. Al corazón se le han de poner alas, no anclas.”

En este trabajo hizo otras importantes consideraciones en torno al modo de actuación de los seres humanos y señaló que una manera de arrogancia es la falsa modestia y alertó que había que desconfiar de quien tiene la modestia en los labios porque ese tiene la soberbia en el corazón.

También hizo referencia a aquellos que no son capaces de ver y reconocer el mérito humilde y de los que  suelen sobresalir por su soberbia.

Dijo que el cobarde es quien ve el mérito humilde y no lo alaba y con respecto a los arrogantes llegó a expresar: “Cesen los soberbios, y cesará la necesidad de levantar a los humildes.”

Cuando Martí escribió este trabajo ya se hallaba de lleno inmerso en la organización de lo que él después llegó a calificar como la Guerra Necesaria con vistas a lograr la independencia de Cuba.

Como parte de ese proceso de preparación de la citada guerra él había creado el periódico Patria, cuyo primer número circuló el 14 de marzo de 1892.

Patria como vehículo difusor de las ideas  revolucionarias, sirvió de tribuna a Martí para tratar sobre el Partido Revolucionario Cubano, cuya constitución oficial se produjo el 10 de abril del año citado, así como de otras cuestiones referidas a la organización de la guerra y también de manera esencial le permitió poder exponer criterios sobre importantes temas, entre ellos este que he mencionado hoy, es decir la actitud de los seres humanos.

En este trabajo de manera muy especial hizo referencia  a la alabanza necesaria que no es más que reconocerle a cada quien lo bueno que ha aportado o realizado.

Martí planteó al respecto que el corazón se agria cuando no se le reconoce a tiempo la virtud y que el corazón virtuoso se enciende con el reconocimiento y se apaga sin él.

Estableció una comparación metafórica entre los seres humanos y el mundo al expresar: “El mundo es torre, y hay que irle poniendo piedras: otros, los hombres negativos, prefieren echarlas abajo.”

En la parte final de este trabajo, no dejó de hacer una consideración en torno a la situación de Cuba.

Y al igual que consideraba injusto que a un hombre o mujer no se le reconociesen sus buenas acciones y sus nobles aspiraciones,  enfatizó que cuando a un pueblo se le niegan las condiciones de carácter que necesita para la conquista y el mantenimiento de la libertad, es obra de política y de justicia la alabanza por donde se revelan, donde más se las niega, o donde menos se las sospecha, sus condiciones de vida.

Durante varios años en la misma medida que continuaba trabajando en forma tesonera en la reorganización de la guerra, José Martí también fue combatiendo con la fuerza de la palabra en favor de la independencia de Cuba del dominio colonial español.

Además de pronunciar discursos significativos en el periódico Patria publicó diversos trabajos en los que expuso consideraciones y principios de gran relevancia.

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