Propuesta de lujo en la parte más antigua de la ciudad

18 de febrero de 2020

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Artes plásticas, Centro HIstórico de La Habana, Cuba, Cultura

 

Texto y fotos: Alexis Rodríguez

 

 

Por estos días puede verse en dos Galerías del Centro Histórico de La Habana, la obra plástica del maestro mexicano Jorge Roy Sobrino (Mérida, 1959). La Casa del Benemérito de las Américas (Casa de México) y el Museo Casa de África, acoge a este artista yucateco, que un día comenzó a trabajar el arte para los más pequeños y luego, se deslumbró con el arte prehispánico del Maestro Rufino Tamayo. Hoy nos acercaremos a la vida y obra de este gran artista, pues Roy Sobrino  accedió a dialogar con Habana Radio.

 

 

“Yo estoy muy contento de estar en La Habana y me siento en casa; viendo los rincones de Cuba y de La Habana en especial, me siento como si estuviera en Mérida; como que me transmuto estando aquí, estando allá. Y emotivamente me siento muy contento y quiero agradecer infinitamente al Historiador de la Ciudad, el Dr. Eusebio Leal Spengler, esta posibilidad de estar aquí y poder festejar también los 500 años de San Cristóbal de La Habana y poder presentar mi trabajo en la Casa del Benemérito de las Américas Benito Juárez, la Casa México, y en el Museo Casa de África. Al Maestro Eusebio Leal lo conocí hace aproximadamente treinta años atrás, en una visita que realicé a La Habana. El Maestro Jorge Alberto Manrique Castañeda, excelente historiador y crítico de arte de México, gran amigo del Dr. Leal, me dijo: Cuando visites La Habana tienes que conocer a Eusebio, porque el Maestro Eusebio es el baluarte del arte en Cuba. Y así fue, me vine a La Habana y cuando visité el Museo de la Ciudad, Don Eusebio me acogió increíblemente. Pasó el tiempo, tres décadas, y mi rumbo tomó otras latitudes, otros continentes; estuve en Europa viviendo cuatro años, expuse allí, en África; en Suramérica. Paso el tiempo y en una ocasión, asistiendo al homenaje, en vida, al maestro Jorge Alberto Manrique por sus 80 cumpleaños – homenaje muy merecido que le hicieron en el Museo de Arte Moderno en México a quien no solo fue mi mentor en la pintura, también en el arte y las diversas aristas –, yo estaba por realizar una exposición que se llamaría «Luz y color en la naturaleza», en la cual él iba a participar y me pidió, me suplicó, que le entregase al Dr. Leal el último libro que realizara el Maestro Manrique en compañía de Teresa del Conde, en el que aparecen diez pintores abstractos, en el cual me había incluido. Y así lo hice, viajé a Cuba y deposité en sus manos ese magnífico ejemplar y, por supuesto, nuestra amistad creció mucho más”.

 

 

¿Yucatán y Cuba han tenido una hermandad cultural muy estrecha?

Nosotros tenemos lazos familiares con esta Isla, de antaño, no de hoy. Por solo citar un ejemplo, el fundador de la Universidad de Yucatán fue un ilustre cubano, Eduardo Urzaiz Jiménez, que en la época de Felipe Carrillo Puerto, primer Gobernador, periodista y caudillo revolucionario en México, en 1917 respetó mucho el pensamiento del ilustre Eduardo Urzaiz para crear la Universidad de Yucatán. Hombre universal porque aparte de ser médico, ginecólogo, escritor, novelista, fue un gran humanitario y comenzó a hacer los cimientos del intercambio y la amistad yucateca-cubana. En Yucatán era más fácil venir a Cuba que ir a la Ciudad de México, con eso te lo digo todo.

 

 

Roy, ¿ qué hay de cierto que usted tiene sangre cubana?

Me enorgullece tener sangre cubana, porque mi bisabuela era camagüeyana y mi abuelo Portillo Sobrino, tuvo la suerte de que a inicios del siglo XX, los cubanos Eliseo Grenet y Arquímedes Pous le musicalizaran su trabajo poético, un proyecto titulado “La Revista de Mérida”, que se presentó en los principales teatros de la capital cubana de entonces y el Teatro José Peón Contreras, en Mérida, y en los teatros de la Ciudad de México. Mi abuelo al mismo tiempo fue un promotor de la cultura cubana y yucateca y llevó zarzuelas y operetas cubanas a la ciudad de Mérida y también trajo arte yucateco a La Habana. Como ven, lo llevo en la sangre y ahora retomaré los lazos que me unen históricamente a Cuba y me siento muy feliz de hacerlo con mi obra. Exponer en esta tierra de grande artistas como el Maestro Manuel Mendive, Roberto Fabelo, Nelson Domínguez, Zaida del Río, realmente para mí es un privilegio.

 

 

 

Pintor por emociones y por series, creador libre. Cuéntenos de qué va la muestra en la Casa de México.

En la Casa de México puede verse “Memoria visual de un performancero apasionado”, una obra que realicé en Barcelona, España, hace diecisiete años aproximadamente, y las fotografías las tomó un fotógrafo griego, Giorgos Mavridis; luego las trasmuté a un plano pictórico en mi pintura. Le dije a Giorgos: quiero hacer un performance. Entonces preparé un ritual, Giorgos siempre daba su aura de que era un “Brujo griego” y le dije: “de Brujo a Brujo”, porque yo me transformé en un “Brujo Maya”; ahí fue el reto de la magia. Pero ese trabajo estuvo guardado más de dieciséis años, hasta que lo preparé plásticamente en collage, en formato pequeño, para poderlo traerlo a La Habana, porque en el formato original era imposible; estoy hablando de piezas de hasta cuatro metros por tres metros.

Dividido en tres actos y trece escenas, “Memoria visual de un performancero apasionado”, es sobre el cuerpo, sobre la liberación del cuerpo. Ustedes en Casa de las Américas, con la Revista “Conjunto”, han promovido y trabajado el performance y la diversidad. Han dedicado temas muy profundos, de investigación; sobre todo el artículo del profesor Ángel Prieto, en el que expone que  Eros – politizado en el performance – deja la libertad y la diversidad del cuerpo volar. Este proyecto es inédito, no lo he presentado ni en México y se preguntaran, ¿porque aquí en La Habana? Mi respuesta sería: porque aquí ustedes le tienen mucho respeto al cuerpo humano; entonces para mí era muy oportuno presentarles esta propuesta.

 

 

 

Vamos a trasladarnos imaginariamente unos metros de la Casa de México a la Casa de África. ¿Qué puede apreciar el que visite la sala transitoria de segundo piso de la Casona, enclavada en la Calle Obrapía entre Mercaderes y San Ignacio?

Visitando este museo y llevado de la mano de su director Alberto Granado Duque, recorriendo el recinto pude ver el acervo, la exposición pictórica y escultórica del continente africano y me interesó mucho hacer un enlace pictórico con la santería cubana y así surge esta propuesta, “Kabbalah Afrocubana”, conformada con pintura en tela -de caballete-; traigo pintura en cartulina o papel y serigrafía. Me abaniqué con estos aires y llegué a Yucatán y preparé estas obras que hoy pueden ver en el Museo Casa de África. Pinté a Ossaín, pinté a Oshila Domila, pinté a Oshún, pinté un rostro de niño afro-cubano.

 

 

Alberto Granado, director del Museo Casa de África, expresó que cuando conoció su obra le admiro su fuerza y libertad creadora, sin artilugio, ni ataduras, y le parecieron obras que a través del color transmiten emociones y sentimientos. Granado comunicó a Habana Radio que se prevé que esta muestra pueda ser vista en la provincia de Matanzas, específicamente en el otrora Castillo de San Severino, lugar que perpetúa la memoria de nuestros ancestros africanos.

Para mí es un verdadero placer que tanto mi obra “Kabbalah Afrocubana” como “Memoria visual de un performancero apasionado” pueda transitar por las provincias de este caimán verde. Que viaje por esa ruta del esclavo en la cercana provincia de Matanzas, tan ancestral, es fascinante.

 

 

Asimismo, Roy confirmó acerca de la invitación del propio Alberto Granado a realizar un taller con niños cubanos, en el mes de mayo, en la Casa de África.

Estoy muy interesado en poder realizar aquí este Taller y le haré llamar “El alma infantil de los niños cubanos”. Llevo más de trece años trabajando con los más pequeños en México, en Yucatán específicamente, con un proyecto que se llama “Bajo la luz e su alma”; lo realizo con niños con capacidad diferente, sobre todo motrices y mentales. Y les pedí a los que laboran aquí en el Museo Casa de África, que realizaran una selección de diez niños con capacidades especiales. Y fíjate que no digo “capacidades diferentes”, porque para mí un niño que tenga problemas auditivos, no lo tiene visual; para mí los seres tenemos capacidades, lo que sucede que a veces nuestros niveles son diferentes, nuestras conductas son diferentes, pero tengo la especialización para poder trabajar con estos niños tan especiales. He trabajado en Monterrey con infantes con problemas visuales y mis estudios en Europa sobre Talleres Infantiles, con seres especiales, me han enseñado poder transmitir, ser un medio para poder enseñar a estos seres y lo he podido desarrollar en mi tierra con niños con problemas mentales y motrices. Ellos son los que más han disfrutado de mi trabajo; de ellos he aprendido mucho. Hoy estos niños exponen en los museos, en las galerías, venden sus obras en las galerías, ya son parte de la plástica yucateca.

 

Le agradecemos estos minutos que ha dedicado el maestro Jorge Roy Sobrino para dialogar con Habana Radio y le deseamos muchos éxitos en su carrera y en su vida personal.

Gracias y quiero agradecer y depositar mis mejore votos para ese ser ilustre, maravilloso, ese gran hombre que ha dado Cuba, Don Eusebio Leal Spengler, que gracias a él yo estoy aquí. Mi profundo agradecimiento por su sensibilidad y su pasión por el arte y la cultura cubana y mexicana.