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Un Partido partido en dos

14 de febrero de 2020

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A la canciller federal alemana, Angela Merkel, le esperan nuevos malos ratos en el tiempo que le queda en el cargo, aunque febrero parece que será el mes de los peores momentos.

En los primeros días surgió una alianza entre la derecha moderada y la extrema derecha del partido Alternativa para Alemania (AfD) para dirigir la región de Turingia lo que provocó un sismo político.

El escándalo de Turingia rompió así un tabú en la historia política alemana de posguerra: el rechazo por parte de los partidos tradicionales de colaborar con la extrema derecha.

El ministro de Economía, Peter Altmaier, muy cercano a Merkel, habló de una “situación extremadamente grave” para el partido. “Nuestro futuro está en juego”, aseguró.

Y solo fue el comienzo. Con una diferencia de horas otro golpe estremeció a la Canciller y su partido, la Unión Cristina Demócrata (CDU) dado el anuncio de Annegret Kramp-Karrenbauere a no presentarse en las próximas elecciones como candidata a Canciller Federal, cuestión acordada con Merkel y no solo eso, sino que también abandonó la presidencia de la organización.

A 75 años del fin de la Segunda Guerra Mundial el resurgimiento de la extrema derecha preocupa en el país bávaro. Así sucede en otras naciones europeas donde movimientos de derecha y ultraderecha están llegando con más facilidad al gobierno.

Que el poder y el ejército puedan estar en manos de populismos radicales preocupa al país, sobre todo por las amargas experiencias que llevaron al país a extremismos y políticas intervencionistas que provocaron la II Guerra Mundial.

Tradicionalmente las alianzas con los partidos radicales han sido rechazadas con el fin de evitar escaladas peligrosas de las ideologías extremistas. Para hacerlo, se institucionalizó un ‘cordón sanitario’ con el fin de evitar esa cooperación el cual fue violentado por su partido..

El CDU tendrá que decidir ahora quién será el sucesor de Kramp-Karrenbauer para ambos cargos. Uno de los que más opciones tiene es el conservador Friederick Merz, de ideas derechistas, Otra opción es Armin Laschet, un candidato más alineado con Merkel y actual primer ministro de la región Renania del Norte-Westfalia.

Por lo pronto, es incierto el futuro del CDU y si hará o no más alianzas peligrosas con la ultraderecha. De hecho el partido está dividido en dos grandes tendencias, seguir con la tradicional posición o ver a la ultraderecha como posible socio.

El hecho que en alianza con los socialdemócratas estén al frente del gobierno inició este proceso de división interna en el Partido.

Ante lo que acontece en el escenario político local algunos especialistas se preguntan ¿habrá elecciones anticipadas o podrá la Gran Coalición actual resistir su alianza hasta 2021?

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