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De Nerón a Bolsonaro

26 de agosto de 2019

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Muchos conocen y la historia antigua nos enseña cómo el brutal y enloquecido emperador romano Nerón contempló impávido el incendio de Roma, que él mismo había iniciado, y se hizo acompañar del son de la cítara mientras presenciaba el espectáculo que en aquella ocasión, solo azotaba a Roma y sus alrededores.

Varios siglos después y cuando todo parecía una leyenda perdida en el tiempo, en plena historia contemporánea, parece haberle resurgido a la humanidad un nuevo Nerín tan brutal y enloquecido como el anterior que desde la campaña electoral viene anunciando que nada hará por proteger a la Amazonía brasileña -parte fundamental del llamado “pulmón del planeta-, simplemente la deforestará, privatizará y comercializará como tantos otros dominios del Estado y del pueblo brasileño sacrificados ante el altar corrupto del neoliberalismo.

Se trata, obviamente, de un sujeto como Jair Bolsonaro, que recién había rechazado la ayuda millonaria ofrecida por los gobiernos de Alemania y Noruega para la preservación de la inmensa área amazónica correspondiente a Brasil.

Por trágica coincidencia, pocos días después comenzaron los incendios forestales que en el sector brasileño superan los 30 000 kilómetros cuadrados y se consideran más del 80 por ciento que el año anterior y en lo que va de año más que duplican igual período del año anterior. Solo en julio, sin contar los incendios, la deforestación destruyó más de dos mil kilómetros cuadrados.

En lugar de emprender acciones rápidas, decididas y eficaces contra los incendios -como están haciéndolo en Bolivia y Paraguay-, el mandatario brasileño se ha dedicado a
elaborar teorías desquiciadas y a acusar a las organizaciones ambientales como causantes de la tragedia para obtener dinero, mientras sigue acariciando la idea de retirar a Brasil del Acuerdo del Clima suscrito en París, siguiendo los pasos de su mentor y quía Donald Trump.

En fin de cuentas, en el capitalismo neoliberal y su sistema el gran culpable de lo que ocurre y tanto Bolsonaro como Trump no son más que herramientas de ese votaz mecanismo aspirante al dominio universal y no se detienen ni ante fenómenos de la naturaleza que tanto contribuyen a la supervivencia del planeta, como es el pulmón vegetal de la Amazonía que aporta el 20 por ciento del oxígeno del mundo, según los estudios más actuales.

Este nuevo Nerón contemporáneo es muchas veces más peligroso para la humanidad que el original.

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