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Atrapado en su laberinto

20 de agosto de 2019

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El presidente estadounidense, Donald Trump se ha caracterizado por las sanciones, amenazas, guerra económica y provocaciones, aunque uno de sus últimos pronunciamientos solo provoca risas.
Tantas que se unió a ellas y presentó como una broma más lo que evidentemente fue una de sus tantas ideas absurdas.
La idea de comprar la isla de Groenlandia no parecía una broma cuando fue dada a conocer por “The New York Times”. Pero la “bola de nieve” comenzó a rodar y provocó un alud.
Eso es lo que especula la prensa a solo días de encuentro que sostendrá en Dinamarca con la primera ministra MetteFrederiksen, aunque para ninguno de los políticos daneses el tema es para discutir porque, sencillamente, la Isla no está en venta.
La Premier danesa tachó de absurdo el interés de Trump en adquirir ese territorio por motivos estratégicos y recordó a una emisora de su país que el primer ministro de la Isla, Kim Kielsen ha “dejado claro que Groenlandia no está a la venta. Ahí es donde termina la conversación”.
No es la primera vez que esto sucede. En 1946 el entonces presidente Harry Truman lo intentó ofreciendo 100 millones de dólares y es que por esa vía Estados Unidos logró agrandar su actual territorio en millones de kilómetros cuadrados entre 1903 y 1917.
RufusGifford, ex embajador estadounidense en Dinamarca el leer que Trump había mostrado interés por comprar la isla más grande del mundo le provocó un ataque de risa.
Rasmus Leader, profesor adjunto de la Universidad de Groenlandia precisó que Dinamarca no puede vender su país aunque quisiera porque según la ley danesa del 2009 son los groenlandeses un pueblo que está en camino de ser independiente y por tanto es imposible.
Incluso, la idea de comprar Groenlandia se manejó en 1867, cuando un informe del Departamento de Estado sugería que su ubicación estratégica y abundantes recursos hacían del territorio una adquisición ideal por razones políticas y comerciales.
La Isla cuenta con dos millones de kilómetros cuadrados de roca y hielo y una población que no llega a 60 mil personas. Tiene un gobierno propio limitado, mientras sea parte de Dinamarca, y según especialistas tiene potencias reservas de petróleo, gas y minerales.
Groenlandia no escapa al cambio climático. A mediados de agosto investigadores de la Universidad de York, en Canadá, señalaron que la rápida desaparición de la capa de hielo en el Polo Norte podría causar una fuerte contaminación en la región por desperdicios nucleares.
Es decir, ya no es solo una amenaza para focas, osos polares y orcas, sino para los seres humanos mucho más allá de sus fronteras por el peligro de la contaminación nuclear.
Lo más reciente del Presidente estadounidense fue la publicación en su twiter de un rascacielos con su nombre a erigir en la despoblada Groenlandia. Un intento por escapar a la burla que provoca su absurda idea de comprar esa isla.

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