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Expertos opinan sobre encuentros habaneros de Manejo y Gestión

29 de marzo de 2013

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Expertos opinan

Cuando se acerca el XI Encuentro sobre Manejo y Gestión de Centros Históricos (La Habana Vieja, 7-10 de mayo de 2013) recordamos que en la edición anterior del cónclave, justo cuando se cumplía su aniversario diez, algunos de los expertos participantes expresaron sus criterios de ese espacio científico anual donde se tratan temas medulares para la gobernabilidad y el mejoramiento de la vida ciudadana en las ciudades históricas.
El sociólogo y urbanista mexicano René Coulomb, expresó que estar nuevamente en La Habana significaba un gozo, y “un enorme reconocimiento para la Oficina del Historiador porque estos encuentros implican mucha capacidad de constancia, de militancia, son encuentros cada vez más estratégicos para América Latina y el Caribe”. “Siempre que vengo aprendo cosas, me entusiasma lo que veo, cómo cada año va progresando La Habana Vieja”. “Nosotros –enfatizó el doctor en urbanismo– hemos manejado a lo largo de estos diez años dos grandes conceptos: la integralidad y la sustentabilidad o sostenibilidad.
El primero incluye la gobernabilidad, la participación y sin gobernabilidad, sin participación social, no puede haber una gestión integral. Y el concepto de la sostenibilidad, el cual hemos complejizado, porque la sostenibilidad nace del medio ambiente y nosotros lo hemos ampliado a lo económico, a lo social. Ambos conceptos son el fruto de diez años de atención sobre manejo y gestión de los centros históricos”.
Por su parte, el experto en políticas públicas urbanas, el ecuatoriano Fernando Carrión, consideraba que en diez años se ha logrado  un nivel de institucionalización muy importante. Y entre las reuniones de  América Latina, cita la Carta de Quito, la cual “básicamente estableció esta definición de los centros vivos y que hasta ahora tienen mucha presencia.
Luego se tuvo una reunión en Montevideo, donde entró el tema económico con mucha fuerza”. Al evaluar los diez encuentros habaneros de manejo y gestión dijo que han introducido “la política lógica y eso creo que está muy a tono con lo que ocurre en la actualidad en nuestros centros históricos y sobre todo una salida de lo que significó el neoliberalismo, lo cual nos permite volver a pensar en lo público, volver a pensar en la planificación y creo que La Habana tiene una experiencia muy adelantada que podría significar, sin dudas, un buen aporte a lo que ocurre en América Latina”.
La arquitecta ecuatoriana Mónica Moreira enfatizó: “Estos encuentros son una motivación para seguir en la gestión de cada uno de los lugares. Crean una sinergia entre los que trabajamos en la práctica y los que hacen teoría”. La experta y amiga del Plan Maestro aplaude poder asistir al Congreso pues “podemos ver el trabajo de la Oficina del Historiador de La Habana que es ejemplo en muchos sentidos para los que gestionamos o trabajamos en gestión en otros centros históricos. De esa manera no hay cómo mentir: ves iniciarse la rehabilitación, visitas los proyectos, como el de Artecorte de Papito, y percibes cómo creció en un año”.
La también especialista en patrimonio, reflexiona que el décimo encuentro es muy especial “por haber puesto sobre la mesa de discusión de profesionales y de académicos, temas que siempre están latentes y que, sin embargo, son muy difíciles de debatir, como la gestión del suelo de los centros históricos”.
El tratamiento de ese asunto en el Congreso, como parte de la sostenibilidad económica, también fue elogiado por el arquitecto franco-chileno Leo Orellana, quien encuentra que en América Latina las vulnerabilidades de los procesos están ligadas, esencialmente, a la duración de los mandatos de las autoridades electas.
Destacó, además, la participación en el encuentro de especialistas de otros sitios patrimoniales cubanos como Santiago de Cuba, Camagüey, Trinidad y Cienfuegos: “creo que ahí hay un cambio significativo en que ese virus bueno de trabajar en el patrimonio se esté contaminando y la gente participe y reivindique recursos humanos o financieros, es decir, eso significa que el patrimonio ha calado y la gente se interesa en el valor del patrimonio cultural y cómo éste puede ser un vector de desarrollo”.
Por su parte, el arquitecto y profesor uruguayo Mariano Arana, recuerda la última vez que estuvo en un encuentro sobre manejo y gestión, en 1995, “y las transformaciones son notorias, las maravillas de esta ciudad que bien se merecía el empuje, el dinamismo, la competencia técnica y la inspiración tan singular desde luego de Eusebio Leal que es un ser, diría, casi sobrenatural porque es muy raro encontrar una personalidad de esa competencia, de esa sabiduría, de esa capacidad de gestión y que haya generado, además, un equipo muy importante de gente más joven, muy dinámica, muy comprometida y que permitan que en esta reunión convocada, en esta ciudad, haya tenido la resonancia que ha tenido”. Expresó finalmente: “Todos nos vamos con más conocimientos y más ganas de seguir haciendo cosas a favor de un patrimonio colectivo en nuestros respectivos centros históricos”.

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