Medalla Haydée Santamaría a la cineasta Estela Bravo

12 de julio de 2019

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Virgen Gutiérrez

 

En la mañana de este 4 de julio de 2019 la Casa de las Américas, que está cumpliendo sus 60 años de fundada, entregó a Estela Bravo, cineasta norteamericana residente en La Habana, la medalla Haydée Santamaría en reconocimiento a su labor como cineasta y sobre todo a su vínculo desde comienzo de los años sesenta con esta institución cultural. Esta medalla es concedida por el Consejo de Estado de la República de Cuba en reconocimiento al prestigio alcanzado en el mundo cultural, artístico y literario por Estela Bravo.
Jorge Fornet, Director del Centro de Investigaciones Literarias de la Casa leyó,en nombre de la Casa de las Américas, las palabras de elogio a la homenajeada.
En sus palabras Fornet se refirió a aspectos destacados en la vida de esta neoyorkina quien desde muy joven estuvo junto a las mejores causas: estuvo al lado de los que luchaban contra el fascismo, contra el maccarthismo, defendió a los esposos Rosenberg. En 1953 asistió al Festival de la Juventud y los estudiantes realizado en 1953 en Bucarest y luego en Varsovia. Allí conoció al líder estudiantil argentino Ernesto Bravo quien poco después sería su esposo y desde entonces siguen juntos. Cuando Ernesto, médico de profesión, fuera invitado a trabajar en Cuba viene con su compañera y desde entonces han permanecido en este país. “Aquí Estela se licenció en historia, dirigió programas de radio y casi 50 documentales que le han valido el reconocimiento de los cubanos”.
Por su destacada labor cinematográfica Estela ha sido considerada una delas mejores documentalistas del mundo. “Estas paredes la recuerdan porque desde 1967 y 1970Estela dirigió el Centro de la Canción Protesta de la Casa de las Américas, el cual organizó aquel año, el hoy legendario Encuentro de la Canción Protesta que tuvo, entre muchísimas otras virtudes, además de convocar a un inolvidable conjunto de músicos que estaban rehaciendo el mundo a través de la canción, la de estimular el nacimiento de lo que sería la Nueva trova Cubana, e indirectamente dotar a la cartelística cubana de uno de sus emblemas: el célebre cartel de la rosa y la espina de Rostgaard”.
Ya en el siglo 21, en 2013, el Fondo Editorial de la Casa publicó el libro “Operación Peter Pan”, basado en el documental homónimo de Estela. Y en la biblioteca de la Casa se conserva, donada por la propia cineasta, casi toda su obra visual, restaurada por la Universidad de Nueva York.
“La medalla que lleva el nombre de la heroína de la revolución y alma de la Casa de las Américas Haydée Santamaría, se propone honrar a personalidades e instituciones relacionadas con la Casa, que hayan legado una obra perdurable a la cultura de nuestro continente y han contribuido con ellas a la integración cultural de los pueblos de América Latina y del Caribe, entendiendo como tales, incluso, a aquellos que viven y producen a lo largo y lo ancho de América del Norte. Hoy se entrega dicha medalla a alguien que representa lo mejor de los Estados Unidos, la tradición de Emerson y Whitman que tanto admirara José Martí […] Estela, sin dejar de ser ciudadana de su país natal, es una cubana más. Honor que ha ganado con su obra y entrega a la cultura de nuestra nación”. Otros honores le ha rendido el pueblo cubano a esta entrañable amiga, como la repica del machete de Máximo Gómez y la Medalla de la Amistad.

 

Y terminó sus palabras de elogio: “Con la medalla que hoy le entregamos a Estela Bravo queremos reconocer la obra y la vida de una mujer entregada a la creación, que ha contribuido a hacernos ver el mundo, el más inmediato y el universo mayor de nuestra América con otros ojos, que es, a fin de cuentas, el mayor logro posible de cualquier artista”.
Luego de recibir la medalla de manos del Ministro de Cultura Alpidio Alonso, la homenajeada, muy nerviosa se dirigió al público. Primero se refirió a Ernesto, su esposo que cuenta ya 90 años, mientras que ella dice “todavía no lo alcanzo, tengo 86” Después de saludar a algunas figuras presentes en la sala, leyó las notas que dijo traer escritas por mandato de su marido “Por qué yo hago todo lo que él mande”, Y dijo: “hoy es un día importante, hoy es 4 de julio, el día que se firmó la independencia norteamericana. Esta es una fecha muy importante para mí y para toda la gente de Estados Unidos, cuando se liberó del yugo de Inglaterra. Quiero decir una cosa. Yo nací en Estados Unidos, pero la mayor parte de mi vida he estado en Cuba. Yo conocí a Ernesto [Bravo] en el Festival de la Juventud, en el año 1953, en Varsovia. Ahí Ernesto habló en nombre de la delegación argentina y yo en el de Estados Unidos. A partir de entonces me mandaba cartas y me pedía que fuera a filmar (ya yo filmaba) el encuentro de juventudes en Sao Paulo, en Brasil, eso fue en 1955. Yo fui y allí me atendió un cubano, se llamaba Noel Valdés Vázquez. Ya había ido antes a Argentina a ver a Ernesto pero no pude verlo porque estaba escondido. Pero este cubano me insistió envolver a Argentina y el llamó y habló con alguien en Argentina y me ayudó a encontrarme con Bravo. Fui hasta Argentina y alguien me fue a buscar y me llevó junto a un hombre tapado: era Ernesto Bravo que regresaba de Brasil. Y después nos casamos. Cuando llegamos a Cuba traté de encontrar a ese cubano para agradecerle los arreglos que hizo para que nos encontráramos Ernesto, que estaba clandestino, y yo. Nadie sabía quién era aquel hombre, hasta un día que pregunté en el ICAP y me dijeron que Noel Vázquez era Jorge Risquet. , Así que gracias a un cubano me casé con Ernesto Bravo. […] Vinimos pensando en quedarnos un año. Bravo empezó a trabajar en la escuela de medicina y no lo dejaban ir, él era importante en aquel tiempo. Y aquí nos quedamos. Hemos pasado más tiempo en Cuba que en cualquier parte del mundo, aunque nunca aprendí a hablar bien español. Ese es mi fallo, pero me siento cubana. Y me acuerdo de muchos momentos vividos en esta Casa de las Américas. De verdad. Y para mí fue importante conocer a Haydée Santamaría. Fue una mujer muy sensible, muy agradable. Propició mucho movimiento cultural aquí en esta Casa. Y fue muy especial conmigo”.

 

Al acto asistió el Ministro de Cultura Alpidio Alonso, el viceministro Fernando Rojas, el Presidente de honor de la UNEAC Miguel Barnet, directivos de la Casa de las Américas, familiares y amigos de los Bravo y un numeroso público. Fue un acto hermoso, un magnífico reconocimiento a Estela Bravo, una figura imprescindible de la cinematografía universal contemporánea.