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Monarquía española por el gobierno en solitario del PSOE

13 de mayo de 2019

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No solo el equipo de trabajo que acompaña a Pedro Sánchez, sino también la monarquía española prefiere un gobierno en solitario del Partido Socialista Obrero Español (PSOE), sin la aceptación de Unidas Podemos, aunque con apoyo de la organización de izquierda en puntos comunes de la agenda.

Es cierto que el presidente en funciones Sánchez elige a Pablo Iglesias como su socio prioritario y aplaza hasta el próximo 27 la ronda con el Rey para empezar a formar gobierno, que también debe contar con el apoyo del nuevo Parlamento, por lo cual el POSE será la tercera fuerza de la gobernanza.

El centrista partido que se dice socialdemócrata, con un socialismo apagado, logró éxitos en estos últimos meses de gobierno e insufló confianza a la población que le dio el mayor número de escaños en el Parlamento, 123, que con los 42 de Podemos –que cayó al cuarto lugar- le ayudaría a conformar la mayoría junto a otras pequeñas entidades progresistas.

La debacle fue para los partidos de derecha, con el Partido Popular cayendo a su nivel más bajo histórico, con 66 peldaños; Ciudadanos ascendiendo al tercero, con 57, y Vox, de ultraderecha, con 24.

Sánchez, por lo tanto, no está dispuesto a negociar ni gobiernos de coalición con Podemos, ni vicepresidencias, ni tan siquiera cederles el control de alguna entidad, como reclamó Iglesias en el 2016. De hecho, en el Palacio de la Moncloa no ha pasado desapercibido que el líder de Unidas Podemos llegó a su reciente reunión con Sánchez sin reclamar ese Ejecutivo de coalición.

La inclusión de figuras independientes de ideología progresista en el futuro gobierno está sobre la mesa y puede ser el gesto que tenga Sánchez con Unidas Podemos para conseguir el ‘sí’ a su investidura. Sería una maniobra similar a la que protagonizó el líder de los “socialistas”, tras ganar la moción de censura, cuando dio entrada en el Consejo de Ministros a nombres como Màxim Huerta, Pedro Duque o Nadia Calviño. En este caso, con una investidura de por medio que hay que ganar, no descarta pactar el fichaje de esos independientes con Iglesias.

Analistas que se dicen objetivos coinciden en señalar que lo que no quieren en el PSOE es que Podemos consiga “colar” a dirigentes en el llamado “subgobierno”, esos segundos niveles que manejan el día a día en los ministerios. Son los secretarios de Estado, los directores generales y demás cargos discrecionales que los socialistas reclaman para sí. Tampoco quieren a responsables morales en las empresas públicas dependientes del Estado.

Sánchez va a protagonizar en las próximas dos semanas una campaña de lo más ambiciosa. “No va a parar en la Moncloa”, presumen desde su equipo. Suspendió los actos previstos, tras el fallecimiento del ex vicepresidente Rubalcaba, pero a partir de ahora se va a volcar con los electorales en todo el territorio español.

Otros expertos aseguran que toda esta estrategia se está diseñando en la Moncloa con tiento, sin prisas. Tienen ahora dos semanas por delante para ir desplegando su plan de investidura y encarar ese gobierno en solitario que desean. Creen que pueden seguir aplicando su programa con la mayoría parlamentaria de izquierda con la que van a contar durante esta legislatura.

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