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Nace el violoncellista catalán Pau Casals

29 de marzo de 2013

Pablo Casals, quien fuera uno de los más grandes intérpretes instrumentales del pasado siglo veinte, comenzó su carrera como violoncellista tocando en cafés de Barcelona y en pequeños teatros de París. Sin embargo, ya en los años finales del siglo XIX, Casals fue solista de los Conciertos Lamoureaux, de la capital francesa y de los del Palacio de cristal, en Londres. En 1901, Casals realizó su primera gira por los Estados Unidos con la cual quedaba garantizada su carrera artística como uno de los más grandes cellistas del mundo.
Durante varios años, Casals integró un legendario trío junto al pianista Alfred Cortot y el violinista Jacques Thibaud, que cosechó incontables triunfos en los más diversos escenarios. SE trataba, nada menos, que de la unión de tres de los mayores instrumentistas de su época, por lo que tanto los conciertos, como las grabaciones realizados por ese formidable trío, fueron aclamados unánimemente por la crítica y el público que tuvo la oportunidad de escucharlos.
En 1919, Casals fundó en Barcelona una orquesta que llevó su nombre y con la cual el gran músico catalán se inició en la dirección orquestal. Era el 13 de octubre de 1920 y Casals tenía 44 años. Sin embargo, en 1936, al estallar la Guerra Civil en España e instaurarse la dictadura franquista en ese país, Casals se convirtió en un exiliado voluntario, en protesta contra dicho régimen, por lo que la Orquesta “Pau Casals” cesó sus actividades. El músico prometió no volver a su patria mientras se mantuviera allí el dominio de Franco, y fue tal su intransigencia en defensa de la democracia en España, que Casals rechazó tocar en aquellos países que mantuviesen relaciones con el dictador español. La única excepción en ese sentido fue el recital que brindara el 13 de noviembre de 1961 en la Casa Blanca, invitado por el presidente Kennedy, a quien el músico admiraba profundamente.
En 1950, Casals fundó los famosos Festivales de Prades, una localidad de los Pirineos franceses, cercana a la frontera española, y hacia donde se había refugiado al abandonar su patria en 1939. Dichos Festivales se organizaron con el propósito de sumarse a las conmemoraciones que tuvieron lugar en todo el mundo con motivo del bicentenario de la muerte de Juan Sebastián Bach, pero se mantuvieron luego hasta 1966, año en que Casals se fue a Puerto Rico radicándose en su capital, San Juan, donde había nacido su madre cuando la isla aún se encontraba bajo el dominio de España. En ese país caribeño, el músico fundó también unos festivales que reunieron a los más notables solistas internacionales y a los mejores grupos de cámara de todo el mundo. Fueron años en los que Casals desarrolló una frenética actividad como pedagogo, la cual incluyó clases magistrales en Suiza, Italia, Berkeley, California y Marlboro.
Pablo Casals fue también autor de algunas obras, entre las cuales merece citarse la popular “Sardana”, escrita en 1926 para conjunto de violoncellos; y también su última partitura, el llamado “Himno de las naciones”, estrenado bajo su dirección en la sede de las Naciones Unidas, el 24 de octubre de 1971, o sea, dos meses antes de cumplir los 95 años de edad.
Casals no pudo ver a su patria liberada del yugo franquista, ya que murió en 1973 en la puertorriqueña ciudad de Río Piedras, pero fue honrado poco después por el gobierno del rey Juan Carlos I, quien en 1976 canceló una estampilla con la imagen del insigne músico en los momentos en que el mundo conmemoraba el centenario de su nacimiento, ocurrido en la ciudad catalana de Vendrell, en 1876, UN DIA COMO HOY.