ribbon

Yemen y la desesperanza

14 de marzo de 2019

|

 

Es muy difícil que pase un día sin que lleguen noticias sobre la muerte de niños, mujeres y otros civiles en Yemen, producto de los bombardeos de la aviación de una llamada coalición liderada por Arabia Saudita.

Esta misma semana la ONU denunció la muerte de 12 niños y 10 mujeres en los últimos bombardeos contra esa nación.

Vinculo estos hechos, no solo con la confrontación entre sectas y grupos enfrentados, o entre las fuerzas del Gobierno del presidente, Abdo Rabu Mansur Hadi, apoyadas por la coalición, y los rebeldes hutíes.

Me adentro en el tema y recuerdo que Estados Unidos, léase Donadl Trump, firmó el pasado año un acuerdo para vender armas a Arabia Saudita por un monto de 30 000 millones de dólares. De ahí la importancia y a la vez la exigencia del Complejo Militar Industrial norteamericano, para que no haya problema alguno que pueda afectar tanto dinero.

Incluso, el tema ha tomado tal envergadura que los demócratas han presentado ante el Congreso de Estados Unidos, un proyecto para que se detenga esa entrega de armamentos luego de la muerte de un periodista saudí en extrañas circunstancias cuando entraba a la misión diplomática de Riad en Turquía.

Trump, se adelantó al debate y aseguró que si se aprueba esa resolución, él, como presidente, la vetaría.

Una vez más el dinero es el exponente mayor, incluso más importante que la justicia, no importa que las armas que salen de Estados Unidos se usen para bombardear poblaciones civiles, matar niños y mujeres, y destruir a una nación empobrecida como es Yemen.

La propia ONU acaba de reconocer que la guerra en Yemen ha causado la mayor crisis humanitaria del mundo, con más de 24 millones de personas necesitadas de algún tipo de ayuda.

«Es indignante que civiles inocentes sigan muriendo innecesariamente en un conflicto que debe y puede resolverse», expresó en un comunicado la coordinadora humanitaria de la ONU en Yemen, Lise Grande. Agregó que Naciones Unidas condena «inequívocamente» estos ataques, según reportes de EFE.

La ONU ha identificado que en algunas zonas de las bombardeadas hay más de un millón de personas pasando hambre y miles de casos de cólera.

Para BBC Mundo, Yemen es uno de los países más pobres de Medio Oriente y allí han surgido alianzas que cambian de un segundo a otro, luchas tribales por el poder, grupos yihadistas que expanden su influencia y potencias que libran una guerra devastadora.

La propia agencia refiere que el movimiento hutí, que representa a la minoría musulmana zaidí chiita de Yemen, había combatido una serie de rebeliones contra el gobierno. Pero gran parte de estos enfrentamientos quedaron confinados a la empobrecida provincia de Saada en el norte del país.

Se recuerda que cuando los hutíes se unieron a las fuerzas leales a Saleh, lograron tomar el control de la capital, Saná, en septiembre de 2014, y desde allí continuaron avanzando hacia la segunda ciudad más grande del país, Adén.

Fue entonces cuando, en 2015, Arabia Saudita, lanzó una campaña militar aérea para restaurar al gobierno de Hadi.

La coalición de Arabia Saudita recibió apoyo logístico y de inteligencia de Estados Unidos, Reino Unido y Francia.

Mientras las potencias actúan y el dinero corre entre Riad y Washington, un pueblo entero sufre en Yemen, donde cada día mueren niños, mujeres y otros civiles a causa de los bombardeos y más de un millón de personas también están amenazadas a morir de hambre.

Comentarios