William Holden
10 de octubre de 2018
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“Varios días estuvo disfrutando en nuestra frívola Habana nocturna el mejor actor del año en el cine americano, William Holden. Lo acompañó su esposa, la ex actriz de Hollywood Brenda Marshall. Nuestro fotógrafo [de Bohemia] los ha sorprendido disfrutando del show en un cabaret habanero”.
La foto recoge los rostros de la pareja: ella, muy bella; él, más bien distraído, con la mirada perdida; elegantes ambos, con sus respectivos cocteles. Aunque no se precisa el nombre del cabaret, presumiblemente se trata de Tropicana, por cuanto asistieron al estreno de la revista musical RodneyScope, cuyo ritmo trepidante, cinematográfico y atractivos vestuarios merecieron los elogios de la crítica y de los artistas norteamericanos. Solo falta la fecha: días finales de abril de 1954.
La aseveración (compartida o no) de “mejor actor del año en el cine americano” se sustentaba en un hecho: William Holden había ganado el Oscar correspondiente a 1953 en la categoría de mejor actor principal por su interpretación en la película Stalag (Traidor en el infierno).
Actor de 36 años a la sazón, Holden alcanzó su esplendor artístico después de concluida la Segunda Guerra Mundial, en cintas que apelaban a su porte físico, elegancia y expresión que la crítica calificaba de “cínica de desapego”. Había filmado numerosas películas, una con particular éxito, Sunset Boulevard (El crepúsculo de los dioses), de 1950, que le representó una nominación al Oscar. Esa década del 50 le permitió filmar algunas otras cintas significativas, entre ellas Nacida ayer, 1950, y Sabrina, en 1954, comedias ambas; Picnic, 1955; La colina del adiós, 1955; Los puentes de Toko-Ri, 1955; y el intenso drama bélico El puente sobre el río Kwai, en 1957.
Las décadas del 60 y del 70 lo tuvieron igualmente en filmes importantes. De tales años se recuerdan Network, de 1976, con Faye Dunaway, que le valió una nominación al Oscar en 1977, y S.O.B, de 1981, su última aparición en los sets, donde tiene de coestrella a Julie Andrews.
Poseía una reserva de animales en África, algo que lo apasionó, y residió también en Europa. El actor murió en California, a los 63 años, el 16 de noviembre de 1981. A La Habana de 1954 llegó con el ánimo de descansar y despejarse del estrés de las filmaciones. Seguramente lo consiguió, aun cuando no logró escapar de los flashes de los fotógrafos y alguna que otra breve nota de prensa.
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