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Tormenta económica en Argentina

13 de julio de 2018

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Sin poner a prueba y preservar de todo daño a las empresas y los intereses económicos de su millonaria familia, el tan inculto como acaudalado presidente de Argentina, Mauricio Macri, acaba de desatar una nueva tormenta económica contra los trabajadores de su país, ya temeroso y agobiado por una enorme deuda externa, que se agravará luego de que empiecen a tener vigencia los prometidos préstamos del usurero Fondo Monetario Internacional (FMI).

Antes de que el FMI expusiera sus conocidas condiciones de austeridad, agravadas para la mayoría, que es la que menos tiene,  el mandatario congeló los sueldos de los empleados en otro plan de ajuste, que ha provocado marchas y huelgas en las principales ciudades.

En fin, Macri no tendrá dificultades en aplicar las exigencias del FMI: despidos masivos, precarización y congelamiento de los salarios, recogidas en el más reciente documento de la entidad, con el fin de acceder al “rescate”.

Pero esto no es una cuestión de ahora, porque Macri ya había estado en conversaciones con el FMI acerca de cualquier empréstito, no importa el mayor endeudamiento de un país que, pese a la crisis económica, accedió a dirigirlo en condones honorables.

Luego de pagar a los “fondos buitres” los millonarios recursos que este había exigido del Estado, a lo que se había negado la anterior presidenta, Cristina Fernández,  Macri ya se había preparado para la genuflexión ante la política del Fondo, el cual adelantó en el 2017 las condiciones que impondrá, y que fueron publicadas el 29 de diciembre último:

1.”Disminuir el nivel de indemnizaciones y simplificar los procedimientos colectivos de despido”. Significa: facilitar los despidos colectivos.

  1. “Facilitar el uso de contratos temporales (incluidos los aprendizajes) y los contratos de trabajo a tiempo parcial”. Significa: estimular los contratos precarios.
  2. “Limitar la extensión de la cobertura de los convenios colectivos más allá de los signatarios directos”. Significa: limitar la aplicación del convenio colectivo de actividad, desprotegiendo a los trabajadores.
  3. “El Salario Mínimo deberá indexarse de acuerdo a la inflación”. Significa: suprimir el Consejo del Salario Mínimo y congelar el poder adquisitivo.

A Macri, como a Temer en Brasil, no le importa que cada vez sea mayor su impopularidad, confiando en los grandes intereses económicos que le protegen en la marcha para imponer plenamente el neoliberalismo en Argentina.

Ya desea reducir el salario de los docentes, eliminar los aguinaldos y pagos extra, que es realmente bajo, precario; dio el visto bueno al despido de los 357 trabajadores de Telecomunicaciones (TELAM) y eliminó empleos de una industria metalúrgica que necesita inversiones para evitar la caída a ojos vistas y que, debido a su importancia, es vital.

También producto de la crisis económica y financiera que vive  Argentina, la empresa dueña de la marca Véritas está muy cerca de desaparecer, como otras.

Desde el 2016, La Fármaco (que posee Véritas, Vo5 y Antiall) pertenece a la compañía salteña dedicada a la producción de artículos para limpieza Santiago Sáenz que se la compró a la multinacional Unilever.

En abril pasado esta pyme presentó ante la Justicia comercial la apertura del concurso preventivo de acreedores y dos meses después sigue muy lejos de sanear sus millonarias deudas que ponen en peligro la continuidad de Véritas y otras marcas, informó el diario Ámbito Financiero.

La compañía ingresó en una fuerte crisis muy poco tiempo después de concretar la compra de La Fármaco y, según detallan, el gran escollo a afrontar fue la drástica caída del consumo en el mercado interno, además de la dificultad de acceder a créditos convenientes para apalancar su operatoria. Hoy sus cuatro plantas de producción (tres ubicadas en Salta y una en Buenos Aires) continúan funcionando, pero su estado es precario.

Y esto es una pequeña muestra de lo que está sucediendo con otras industrias argentinas, en las que, por supuesto, el trabajador es el principal perdedor en esta tormenta económica que Macri alimenta a costa de la soberanía nacional.

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