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Casa de la Calle Oficios No. 160 entre Amargura y Teniente Rey

11 de junio de 2018

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Antes: vivienda / hotel y comercio.
Hoy: vivienda.

 

Oficios 160, entorno, p. S. XX.

Oficios 160, entorno, p. S. XX.

 

La Oficina del Historiador de la Ciudad ha velado porque los pobladores del centro histórico formen parte del territorio y se mantengan en constante interacción con su entorno, por ello, la función habitacional es pauta a seguir durante todos estos años de trabajo; un ejemplo lo constituye la casa de la calle Oficios 160, donde persiste la función doméstica.

 

Oficios 160 antes de la restauración

Oficios 160 antes de la restauración

 

Se trata de una antigua edificación frente a la plaza de San Francisco. Entre sus propietarios figura la Sra. María Teresa de Soto a mediados del siglo XIX y don Rafael de Arango y Zaldívar, quien la adquirió en el año 1868. Después estuvo en poder de don Francisco Ciriaco.

 

Oficios 160, después

Oficios 160, después

 

En 1912 fue objeto de una serie de reformas que alteraron su aspecto original. En la fecha, los vanos de la fachada fueron sustituidos por puertas de cortinas metálicas destinándose a comercio un local en planta baja, dejándose una puerta de hoja de cedro al costado para la escalera de acceso a los altos. En la década del ’60 estaba convertida en hotel para hombres y la planta baja ocupada por un almacén y servicios gastronómicos. Una década más tarde se convirtió en vivienda de múltiples familias, comenzando desde entonces a subdividirse y transformase los espacios originales.

 

Oficios 160, actualidad

Oficios 160, actualidad

 

La parcela original fue mutilada cuando se amplió la casa colindante para la construcción de un parqueo soterrado, de modo que entre ambas edificaciones quedó el espacio de un pequeño callejón sin salida.

En su interior se conservó la sobria escalera pétrea que comunica ambas plantas, con una sencilla pero elegante cancela torneada de madera. Arcos de medio punto asoman en las divisiones de la galería sobreviviente, evocando el espacio de un patio central.

Detrás de la insignificante fachada, empobrecida ante la monumentalidad de los edificios que rodean la plaza, hay elementos arquitectónicos decorativos y funcionales de gran significación. Hoy continúa desempeñando como vivienda, luego de haber sido objeto de una serie de trabajos de remodelación y mantenimiento que permitieron su permanencia en este espacio.

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